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Swami Sivananda
Brahman es un gran misterio, a la vez que la verdad más simple. Brahman es el Alma de nuestra alma. Es nuestro propio Ser. Es quien gobierna en nuestro interior. Es quien habita en nosotros.
Brahman es el gobernador del mundo. Es el Ser Supremo. Es el Señor. Es inmutable. Es el ser cósmico. Es el Ser del universo. Es la gran meta del conocimiento. Es el refugio supremo.
La
palabra Brahman se deriva de la raíz Brihm, que significa dilatarse, hacerse
grande, impregnar todo el espacio, ser completo y perfecto. Existe una realidad
inmutable tras todo cambio. Esa realidad es Brahman, o lo Absoluto.
Brahman
es la curvatura y la trama de la telaraña del universo. Así como el vasto
océano no tiene más que un sabor, que es el de la sal, el mundo tiene un único
sabor, que es el del Atman o Brahman. Brahman es la inteligencia infinita. Todo
Él es dicha y consciencia. Su nombre es Sat-chid-ananda (Existencia,
Conocimiento y Dicha absolutos). Su morada es la consciencia pura. Su idioma es
el silencio. Permanece en silencio y Él habla. Habla y Él permanece mudo. No puedes
asirlo.
El
océano puede compararse únicamente al océano. Akasa, o el éter, sólo puede ser
comparado con Akasa. Del mismo modo, Brahman, o lo Absoluto, puede compararse
únicamente a Brahman. Es engañarse tratar de describir lo Absoluto por medio de
palabras. Lo Absoluto está más allá de la palabra y de la mente.
Brahman
trasciende el tiempo, el espacio y la causación
Brahman
no puede ser demostrado, pues existe antes del acto en si de la demostración. Es
la base misma de la prueba. Él es la prueba de si mismo.
Brahman,
o lo Absoluto, es la causa de todo, pero Él no tiene causa. Es el origen de
toda la creación.
Brahman
o lo Eterno, está más allá del tiempo, el espacio y la causación. La idea del tiempo
surge debido a la sucesión de los fenómenos, pero es una creación mental. ¿Cómo
puede existir el tiempo en la Eternidad? El espacio es la distancia entre dos
objetos. ¿Cómo puede haber espacio cuando sientes y contemplas al Ser en todas
partes?
En
este mundo, todo tiene una causa. La semilla es la causa del árbol. Pero ¿cómo
puede existir una causa de Brahman, que es la Causa sin causa, que existe por
si misma y que no es el efecto de nada?
El
substrato tras los nombres y las formas
En el mundo manifiesto de nombres y formas son necesarios el color, la forma, el tamaño y los sonidos para diferenciar los objetos. Sin embargo, Brahman es una esencia homogénea de dicha, paz y sabiduría. Es infinito e inmóvil, por lo que no tiene forma ni color.
Brahman
carece de forma estando entre las formas. Carece de cuerpo permaneciendo entre
los cuerpos. Carece de nombre manifestándose entre los nombres. El lienzo es el
substrato sobre el que se pintan los cuadros. Pero éstos no son más que
colores. No pueden existir los cuadros sin el lienzo, igual que no puede
proyectarse una película sin una pantalla.
Brahman,
o lo Eterno, es el substrato de todo. Los nombres y las formas están pintados
sobre el lienzo de Brahman, pero no son independientes de éste.
Una
tela no es más que hilos trenzados. La tela es meramente un nombre. No puede
existir independientemente de los hilos. Si separas éstos, la tela desaparece.
Pero el hilo no es, a su vez, más que algodón. Si quemas los hilos, quedan
reducidos a cenizas. La tela, los hilos, el algodón y la ceniza existen. La
existencia es el primer aspecto, o Sat, de Brahman. Todos ellos brillan. Éste
es el aspecto de Brahman como Chit, o conocimiento. Tú quieres a la tela, al
hilo o al algodón. Éste es el aspecto de Brahman como Ananda, o dicha.
Sat-chid-ananda es, pues, la realidad única. La tela, los hilos y el algodón no
son más que falsas apariencias. Los nombres y las formas son ilusorios.
Brahman, o lo Absoluto, es único, perfecto y lo impregna todo. Circula entre todos los nombres y todas las formas. Lo comprende todo. Contiene en Sí mismo al universo entero. Es la luz interna o la consciencia pura.
El cuarto estado, o Turiya
Hay tres estados de consciencia, que son los llamados vigilia, ensueño y sueño profundo. Pero existe una consciencia suprema que conecta estos tres estados y que es la base de los tres. Ésa es la razón por la cual, cuando uno se levanta, recuerda vagamente la dicha que ha experimentado en el estado de sueño profundo.
Esa consciencia permanente y eterna que conecta los tres estados es el mismo Brahman, el Cuarto Estado, o Turia, que consiste en la consciencia pura o absoluta. De otro modo, la persona que duerme, la que sueña y la que se despierta serían individuos distintos.
El estado de vigilia se desvanece durante el estado de ensueño, al igual que éste se desvanece cuando te despiertas. Y durante el sueño profundo se desvanecen, a su vez, ambos estados de vigilia y de ensueño. Por tanto, estos estados son ilusorios, mientras que Sat, la Existencia, o Brahman, existe siempre. El único estado que sirve de vínculo entre los otros tres, el Turiya, existe siempre como el substrato de aquéllos. El estado de Turiya es, pues, el único real. Es el testigo silencioso de los otros tres estados, y es diferente de éstos. Es el mismo Brahman, o lo Absoluto.