Qué es Vairagya
Vairagya es el desapego mental de todas las conexiones con el mundo. Eso es todo. Un hombre puede vivir en el mundo y cumplir con los deberes de su orden y su etapa de la vida con perfecto desapego. Podría ser propietario. ¿Qué hay de malo en ello? Puede vivir con su familia y sus hijos. Pero al mismo tiempo podría tener un desapego mental perfecto. Puede hacer su Sadhana espiritual. Ese hombre que tiene desapego mental perfecto mientras permanece en el mundo es realmente un héroe. Es mucho mejor que una vida de Sadhu en las cuevas de los Himalayas, porque el primero tiene que enfrentar a cada momento las innumerables tentaciones de la vida.
Dondequiera que un hombre pueda irse, lleva consigo su mente inconstante e intranquila, sus Vasanas y Samskaras. Incluso si vive en soledad, todavía es el mismo hombre mundano, si está ocupado en construir castillos en el aire, y pensar en los objetos del mundo. En tal caso incluso la cueva se vuelve una gran ciudad para él. Pero si la mente permanece silenciosa, si está libre de apegos, uno puede ser un Vairagi perfecto incluso viviendo en una mansión en la parte más poblada de una ciudad como Calcuta o Bombay. Él transformará esa mansión en una densa selva.
Un hombre desapegado tiene una mente totalmente diferente. Tiene una experiencia completamente distinta. Es un maestro en el arte o la ciencia de separarse de los objetos del mundo temporales y perecederos. No tiene ninguna atracción por ellos en absoluto. Mora constantemente en el Eterno o Absoluto. Se identifica en cada momento de su vida con la conciencia testigo que está presente en el placer y en el dolor, en el júbilo y en la pena, en la censura y en el elogio, en el honor y en el deshonor y en todas las etapas de la vida. Permanece firme como una montaña en medio de una tormenta turbulenta, como un espectador de esta estupenda manifestación del mundo. No es afectado en lo más mínimo por esas experiencias agradables o dolorosas. Aprende de ellas diversas lecciones valiosas. En otras palabras, no tiene atracción alguna por los objetos agradables, o repulsión por los dolorosos. Ni le teme al dolor. Sabe muy bien que el dolor ayuda mucho en su progreso espiritual y evolución en su largo viaje hacia el objetivo. Está convencido de que el dolor es el mejor profesor en el mundo entero.
Déjenme dar aquí una advertencia. ¡Mis queridos aspirantes! Si uno es descuidado y se relaciona indiscriminadamente con toda clase de personas de mente mundana, Vairagya también puede venir e irse. Por lo tanto, uno debe desarrollar Vairagya en grado máximo. La mente estará esperando las oportunidades de oro para recuperar las cosas a las que ha renunciado. Siempre que la mente eleve su caperuza (ya que la mente se asemeja, en verdad, a una serpiente), uno debe refugiarse en Viveka y en la fortaleza imperecedera de los Mahatmas sabios, desapegados. Hay diferentes grados de Vairagya. El desapego supremo viene cuando uno se establece en Brahman. Entonces el Vairagya se hace habitual.
Un hombre puede desarrollar desapego mental interior de placer y dolor mientras vive en el mundo. Debe cuidarse de no estar entusiasmado por las experiencias agradables del mundo. No debe aferrárseles. Sólo debe permanecer como un espectador silencioso. Si practica así por unos años, cada experiencia será un paso seguro en su ascenso por la escalera espiritual. Al final, será coronado con un feliz éxito. Entonces tendrá una mente imperturbable. También tendrá una mente equilibrada. El hombre desapegado es el hombre más feliz y más rico de los tres mundos. Es también el hombre más fuerte. ¿Cómo puede tentarlo Maya ahora?
Una nota de advertencia
Muchos aspirantes vienen a mí con gran Vairagya y entusiasmo, al principio. Pero no mantienen el mismo espíritu por mucho tiempo o hasta el final de su Sadhana. En cuanto tropiezan con algunos obstáculos, vuelven sobre sus pasos. Es en realidad una gran pena. Mira antes de saltar. Ten una firme determinación. Adhiérete al sendero de Sannyasa hasta que llegues al objetivo y realices los frutos de la Sadhana.
Si careces de algunos de estos requisitos, espera tres años más. Practica Sadhana espiritual, Asanas, Pranayama, concentración y meditación en casa. Sumérgete profundamente en la meditación silenciosa. Dedícate también al servicio desinteresado. Esto es muy necesario para la purificación de la mente. Mantén tu Brahmacharya. Destruye todos los malos hábitos, si tienes alguno, como fumar, beber té, café, etc. Desarrolla todas las cualidades virtuosas. Presta atención al cambio en tu actitud mental. Luego ven a mí. Ven y prepárate para llevar una vida difícil y activa.
Algunos aspirantes vienen con prisa. Y debido a la falta de Vairagya, regresan. Esto no es bueno. De allí la advertencia.
Muchos aspirantes quieren hacer algún lindo trabajo como escritura, recolección de flores para Puja, organización de libros en la biblioteca, alguna supervisión o dirección. No les gustan los trabajos como el de acarrear agua, limpiar utensilios, lavar ropa de personas enfermas, barrer, cuidar a un paciente, cocinar, limpiar las chatas, etc. Los consideran trabajos serviles. No han débil despertar espiritual en ti y un frágil Vairagya. Tendrás que desarrollar ambos. El Vairagya frágil es pura espuma, las emociones no te ayudarán mucho a aferrarte al sendero de la renuncia.
Deja tu casa durante algún tiempo y permanece en un lugar aislado por una o dos semanas. Indaga. Reflexiona. Investiga.
Haz un auto-análisis y descubre si tienes algún Moha, apego por los miembros de la familia. Averigua si tu mente corre tras los placeres sensuales. Asegúrate de poder dejar los objetos sensuales, los parientes y toda clase de comodidades y conveniencias. Si puedes desconectarte del mundo totalmente, sólo entonces ven a mí. Te convertiré en un yogui de yoguis en muy poco tiempo. Hay muchos que han avanzado en el sendero espiritual considerablemente en el curso de uno o dos años. Tú también puedes hacer eso. Una obediencia implícita y llevar a cabo las instrucciones del preceptor espiritual al pie de la letra es lo que se espera de ti; ese es el secreto del éxito en el sendero espiritual.