El ego no es solo una creencia
El ego no es solo una creencia, una idea o un pensamiento. Si fuera así, sería fácil liberarnos de ello. Pero este no es el caso.
El ego es energía (esencialmente es deseo), que se identifica con el cuerpo y crea la sensación fuerte "el cuerpo soy yo" o "el cuerpo es lo que soy". Debido a este sensación pensamos y creemos que somos el cuerpo.
La naturaleza esencial del ego es el deseo o más preciso desear. Del deseo brotan todas las demás tendencias egoístas. El orgullo, la codicia, el disgusto, la ira, los celos, el miedo, la ambición, la gula, la lascivia, la vanidad, la avaricia, etc., son solo hijos del deseo. Las llamadas vasanas en sánscrito son todas estas tendencias egoístasmencionadas anteriormente. Las tendencias egoístas(vasanas) y el deseo son como un árbol con sus ramas. El tronco es el deseo y las ramas son las tendencias egoístas.
El ego también provoca todo tipo de identificaciones. El ego nos hace identificar con el cuerpo, los pensamientos, las emociones, los objetos sensoriales, con personas, religiones equipos, partidos políticos, equipos de deportes, etc.
Cuanto más fuerte es el deseo y sus hijos, más fuerte es la identificación con el cuerpo y la sensación de Yo y el egoísmo.
Al disolver las energías egoístas, debilitamos la identificación con el cuerpo y las sensaciones del Yo y el mío.
Quien se libera del deseo, está libre también del ego y de todas las tendencias egoístas, porque no son diferentes entre sí. Por eso los sabios han declarado: "La ausencia de deseos es libertad y auto-realización".
