Espiritualidad - Autoconocimiento - Desarrollo espiritual
Ofrezco clases privadas y grupales de autoconocimiento, yoga y meditación. Educación y entrenamiento para la transformación interna, el desarrollo espiritual y el contacto con nuestra verdadera naturaleza (Conciencia). Programas y prácticas personalizadas según las necesidades y peculiaridades de cada aspirante.
Consultas, clases y coaching para el gestión del estrés y la armonía emocional (gestión de emociones negativas).
Para lograr un cambio y una transformación radicales en nuestra psicología y conciencia tenemos que practicar con constancia y devoción.
Cuando nuestra práctica se ve interrumpida por cortos o largos períodos de no-práctica no podremos incrementar su cantidad y calidad, ni podremos tener un avance consistente de evolución interior, es decir aumentar el sattva y la pureza en la mente, desarrollar las habilidades y virtudes necesarias para entrar en la esencia de la espiritualidad que es vivir en paz, amor y armonía en conexión consciente con nuestra esencia divina.
La inestabilidad indica que nuestra mente no está todavía lista para seguir la vida y la práctica espirituales y que todavía le atraen las experiencias sensoriales, los éxitos y los placeres de los sentidos
Ser consistente en nuestra práctica depende de lo alta que es nuestra motivación para practicar, el grado de nuestro anhelo por la verdad y la liberación, los resultados que hemos tenido hasta ahora, las experiencias espirituales, cuánto hemos superado las autojustificaciones, la procrastinación, la pereza y la resistencia del ego en cuanto a la práctica, si trabajamos sistemáticamente para eliminar las tendencias egoístas y cuánto se ha desarrollado la cualidad sattva en nuestra mente.
La regularidad en la práctica es de suma importancia. Aquellos que no son regulares, que practican esporádicamente (una vez sí y otra no) no pueden disfrutar los resultados de sus esfuerzos. Si persistís en vuestra práctica (sadhana) con firmeza y diligencia, si sois regulares, sistemáticos y puntuales en vuestra práctica tendréis éxito. Los que meditan con regularidad pronto logran el Samadhi (estado de supraconsciencia).
Puedes encontrar mis posts, videos, podcasts y todas las actividades de la Academia Espiritual (Advaita Atma Yoga Academia) en mi nueva web atmannityanandad.org.
Los demás son un espejo en el que podemos ver a nosotros mismos
Puesto que el ego se proyecta en los demás, de hecho, lo que vemos en los demás no es más que lo que llevamos en nuestra psique; así que podemos utilizar a los demás como un espejo para ver y descubrir las tendencias y la programación que llevamos en nuestra psique. Podemos aprovechar este conocimiento de la proyección especialmente para reconocer aspectos de nuestro ego que no podemos reconocer directamente en nosotros mismos.
En vez, entonces, de criticar a los otros por sus debilidades o defectos y así fortalecer nuestro ego y continuar atrapados en ello es mejor utilizar lo que vemos a los demás como una oportunidad de examinarnos y descubrir en nosotros esos defectos que vemos a ellos, indagarlos, comprenderlos y eliminarlos.
No cabe duda de que todo lo que vemos a los demás son cosas nuestras -bien sean defectos o virtudes (aunque existen también en lo demás). Recordad también que los primeros y más perjudicados por nuestras críticas y juicios a los demás somos nosotros mismos.
En realidad, no hay deseos, sino desear, que es un mecanismo incasable y insaciable. Es por eso que cuando satisfaces un deseo, otro nace.
De manera similar, si nos liberamos de un deseo, otro deseo tomará su lugar. Y eso pasa porque es desear, es decir el mecanismo del deseo todavía está vivo.
Este programa de deseo constantemente crea deseos. Y este programa, este mecanismo por naturaleza es irrazonable. Si no ponemos bajo de control este mecanismo por la razón, el discernimiento y la voluntad, que es el caso de la mayoría de la humanidad, entonces la mente funciona como un sirviente del deseo en lugar de un dueño.
Esto resulta en inarmonía, miseria, apego, adicciones, identificaciones, enfermedades, dolor, sufrimiento individual y colectivo. El ego inferior, que es en esencia desear (desear por su naturaleza es insaciable, insaciable, miserable), constantemente busca experiencias sensoriales y formas de placer, disfrutar y satisfacer.
En el nombre del placer, la reputación, la gloria y la vanidad, el ego viola los límites del cuerpo, de la energía, los sentidos y la mente, y aún más, comete actos ilegales.
Toda esta desgracia que vemos hoy en todo el mundo, gracias a la tecnología, se basa en el deseo incontrolable, que es la madre de los demás virus psicológicos, como el orgullo, la arrogancia, la vanidad, el miedo, la ira, el odio, los celos, . Podemos alcanzar la libertad, cuando eliminaremos de nuestra psique el desear, la energía del deseo, que constantemente mueve la mente hacia afuera a través de los sentidos para disfrutar de los objetos sensoriales y los éxitos mundanos. Como el deseo no es fácil de eliminar, el orden de su erradicación es el siguiente: abandonamos los deseos inferiores y dirigimos el deseo a propósitos superiores, lo dirigimos en liberación y a Dios y finalmente abandonamos todo deseo. Cuando no hay deseo, la mente permanece tranquila e inmóvil como las aguas de un lago tranquilo y descansa en su origen (Consciencia, Atman, Espíritu, Dios), un océano de paz, amor y dicha.
Nuestro vacío existencial se debe a la ignorancia de nuestra naturaleza divina y al desarrollo del ego en nuestra psique, que implica la identificación con el cuerpo, la mente y los objetos, las personas y las situaciones.
Si ignoramos nuestro verdadero Ser (Conciencia, Ser), si no vivimos con conciencia de nuestra esencia divina, no podemos vivir con paz, plenitud y profunda satisfacción. Siempre tendremos una sensación de carencia, de insatisfacción, un vacío existencial que intentaremos en vano llenar con experiencias sensoriales y placeres ilusorios.
Si nuestras acciones, actos, pensamientos y emociones no vibran en armonía con nuestra Alma, sentiremos que nos falta algo, experimentaremos una sensación de vacío e insatisfacción.
Sinópsis
El vacío existencial no se llena con objetos, placeres, experiencias sensoriales y éxitos mundanos, sino sólo con la conexión consciente con nuestra fuente, nuestra naturaleza divina (Conciencia, Ser, Atman).
El vacío existencial sólo puede llenarse mediante la conexión consciente con nuestra fuente, nuestra naturaleza divina (Conciencia, Ser, Atman).