domingo, 3 de julio de 2016

EL MÉTODO DE AUTO-INDAGACIÓN por Atman Nityananda

EL MÉTODO DE AUTO-INDAGACIÓN
Te recomiento leer antes el ensayo DESPERTAR DE LA ILUSIÓN DE QUE SOMOS EL EGO porque son relacionados y al leerlo te ayudara entender esta práctica de auto-indagación.

La práctica de la auto-indagación es un método muy potente que nos ayuda mucho tomar consciencia del engaño del ego, desidentificar del ego y sus varias expresiones y despertar a vuestra naturaleza verdadera. Hay varias formas de aplicar la práctica de la auto-indagación. Sri Ramana Maharshi y Sri Nisargadatta, dos grandes maestros de Advaita Vedanta y Jnana Yoga han dado dos maneras distinctas para hacer la auto-indagación. Ambos son muy simples y efectivas al a vez. En este texto os explicaré una manera de auto-indagación un poco diferente (del Ramana y Nisargadatta) que la he desarollado por mi experiencia personal.
El objetivo de la auto-indagación es el mismo con ello de la meditación; es sosegar la mente, anular todos los procesos mentales y emocionales y enfocar la atención en su fuente, el silencio interior. El objetivo final es lograr que la mente se funda totalmente en su fuente (Silencio, consciencia, Atman); en este estado el ego disuelve totalmente y para siempre y nos establecemos en el Ser como Ser. Esto es el estado de iluminación o liberación. 
Podemos aplicar también la auto-indagación para investigar la naturaleza del ego y sus varias expresiones y disolverlas. Pero en esta auto-indagación que os explico aquí os ayudará a desidentificaros del ego, ser más conscientes del ego y sus expresiones como bien del silencio interior y creará las condiciones apropiadas para suceder el despertar.
Para aplicar la auto-indagación adecuadamente y de una manera eficaz hace falta una mente sáttvica, desapegada, desapasionada y con alta capacidad de discernimiento. Para desarrollar esta capacidad en un nivel bastante alto hace falta practicar por muchos. Sin embargo, esto no significa que no podéis ejercitar la auto-indagación desde el principio de su viaje espiritual pero esta práctica sería solo una práctica entre otros. Para hacer la indagación hace falta también estudiar la naturaleza del ego y del Ser o Atman y al mismo tiempo observar, investigar y reflexionar sobre estos dos partes importantes de nuestra existencia para que tengas un conocimiento correcto y una vista bastante clara. Es importante también que investigues qué es y cómo funciona la identificación, la proyección, la superposición y la asociación. Porque estos son las funciones con las cuales la mente egoísta nos engaña y nos impide reconocer nuestra naturaleza verdadera.
La práctica de auto-indagación la hacemos como práctica formal dos o tres veces durante el día (por la mañana, por la tarde, por la noche) para profundizar en ella y desarrollarla y también la hacemos durante todo el día. No es posible tener éxito en este proceso espiritual si no practicamos sistemática y constantemente. Espiritualidad no es un hobby que lo hacemos unas veces cada semana o unas horas cada día para soltar las tensiones y complacer un poco.
Voy a hacer esta auto-indagación investigando la naturaleza de una emoción, y la naturaleza del ´Yo como sufridor y del ´Yo como percibidor. Podemos hacer esta auto-indagación ivestigando la naturaleza de cualquier emoción, de cualquier tendencia egoísta, deseo y la sensación del ´Yo mismo.
El proceso de esta auto-indagación es igual para las emociones, los deseos y el 'Yo, porque el deseo es también una emoción que nos impulsa lograr, poseer o disfrutar algo que creemos nos dará placer o nos hará felices y el 'Yo o ego es una sensación que podemos percibir igualmente como la emoción y el deseo, aunque resulta más difícil ya que somos completamente identificados con el ego.
Os recomiendo que hagais la indagación usando las emociones, el deseo, y el Yo, porque son las expresiones fundamentales de nuestra psique y también la raíz de nuestro sufrimiento. El deseo y las emociones negativas funcionan en nuestra psique compulsiva y mecánicamente sin parar y el ego (Yo) que es el centro de todos procesos psicológicos y el factor que nos hace identificar con las emociones y los deseos. Estas energías oscurecen nuestra mente y su capacidad de discernir y por eso no podemos realizar que somos la consciencia eterna y divina siempre feliz y pacífica, libre de sufrimiento, nacimiento y muerte.
Esta auto-indagación os ayudará a disolver la identificación con el deseo, las emociones y el ´Yo mismo y realizar que sois el sustrato donde el ´Yo aparece.
Por supuesto hay otras maneras de hacer la auto-indagación. Cada uno puede personalizar la práctica según sus capacidades mentales, su madurez, su compresión y el conocimiento que tiene.   
Nota: Hay también otro tipo de auto-indagación, muy similar a lo que os voy explicar aquí, que nos permite disolver los deseos, las emociones y todas las tendencias egoistas. Pero esto lo explicaré en otro ensayo.
AUTO-INDAGACIÓN sobre una emoción y la naturaleza del ´Yo
En esta auto-indagación investigaremos la naturaleza de una emoción, y al mismo tiempo la naturaleza del ´Yo como sufridor y del ´Yo como percibidor.
Podemos hacer esta auto-indagación con cualquier emoción (ira, impaciencia, miedo, discontento, resentimiento etc.). Cuando hay una emoción en nosotros, por ejemplo, ira o impaciencia, prestamos plena atención en la emoción para localizarla, o sea dónde exactamente la sentimos en nuestro cuerpo, para sentirla plenamente tal como es, con el fin de aclarar su naturaleza y su matiz.
Esto lo hacemos con una simplicidad e inocencia. No interpretamos mentalmente lo que sentimos y lo que experimentamos. Para facilitar este proceso nos preguntamos interiormente:
¿Puedo permitir que esta emoción esté en mi tal como es, sin reacionar y sin quejarme?
Y me quedo alerta y consciente de ella, sintiéndola plenamente. Observamos la emoción hasta que tengamos una vista clara de ella, hasta que averigüemos el matiz de la emoción y el parte del cuerpo en lo cual se manifiesta. Una vez localizado, sentimos la emoción plenamente, lo observamos y lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Nota: Cuando una emoción se está expresando usualmente hay también imaginaciones y pensamientos relacionados a esta emoción. Pero en este proceso enfocamos la atención en la emoción e ignoramos los pensamientos. Normalmente cuando enfocamos la atención plenamente en la emoción los pensamientos desvanecen.
Si tenemos una vista clara de la emoción continuamos preguntando:
¿Qué es lo que sufre de esta emoción?, ¿Qué quiere estar libre de esta emoción?
La respuesta obviamente será: ´Yo´ sufro, ´Yo´ quiero estar libre de esta emoción´.
Entonces nos preguntamos:  ¿Qué es este Yo?
Y luego con suave y plena atención buscamos a encontrar y a localizar en nuestro cuerpo dónde está, dónde sentimos este ´Yo´ que sufre y quiere dejar de sentir esta emoción dolorosa.
Una vez localizado, lo sentimos plenamente, lo observamos y lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Seguimos observando atentamente la sensación del ´Yo´ y a continuación dirigimos la atención hacia la emoción. Por un rato sentimos alternativamente con plena atención la emoción y la sensación del ´Yo´. Esto lo hacemos unas veces para tomar clara consciencia cómo sentimos la emoción negativa (por ejemplo la  impaciencia) y cómo sentimos el Yo´.
Hacemos este proceso sin prisa. Hasta que tengamos una consciencia plena de los dos. Cuando consideramos que tenemos consciencia plena de los dos seguimos preguntando:
¿La emoción de impaciencia y la sensación del “Yo sufro” son dos cosas diferentes o no?  ¿La energía de la emoción y la energía del ´Yo´ son diferentes o no?
Observando atentamente la emoción y la sensación del ´Yo, y contemplando intentamos discernir y dar cuenta de si la emoción y el ´Yo son diferentes o son la misma energía que asume estas dos formas.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la naturaleza de cada uno.
Si nos damos cuenta de que la emoción y el ´Yo-sufridor son la misma energía que asume estas dos formas distintas podemos seguir investigando la naturaleza del ´Yo como percibidor.
Para facilitar este proceso hacemos una pregunta:
Antes de hacer la pregunda sentimos un vez más la emoción y nos preguntamos:
¿Qué es lo que percibe esta emoción?
La respuesta obviamente será “Yo la percibo”
Entonces nos preguntamos ¿Qué es este ´Yo?
Y luego con suave y plena atención buscamos a encontrar y localizar en nuestro cuerpo dónde está, dónde sentimos este ´Yo´ que percibe.
Una vez localizado, lo sentimos plenamente, lo observamos y lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la naturaleza de cada uno.
Si tenemos una consciencia plena del ´Yo-percibidor hacemos la pregunta:
¿El ´Yo-percibidor y el “Yo sufridor” son dos cosas diferentes o no?
Observando atentamente y contemplando intentamos discernir si el ´Yo-percibidor y el “Yo sufridor son diferentes o son la misma energía que asume estas dos formas.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la naturaleza de cada uno.
Probablemente realizaremos que el ´Yo que percibe y el ´Yo que sufre es el mismo Ýo.  Entonces el mismo ‘Yo es lo que sufre y lo que percibe.
Podemos llegar a esta realización si estamos muy atentos y nuestra mente está tranquila y sosegada. En este estado de atención plena, el silencio interior que es el sustrato en lo cual el ´Yo y la emoción aparecen será más obvio. Este espacio silencio puede ser muy obvio, pero normalmente no os dais cuenta de que este silencio es vuestra identidad, no os dais cuenta de que sois este silencio. Pero esto es natural y es este ´dar cuenta de´ que queremos lograr  a través la auto-indagación.
Para facilitar este ´dar cuenta de que somos el silencio seguimosr la indagación investigando el sustrato en que la emoción y el ´Yo aparecen.
Para facilitar este proceso contemplamos en lo suigente:
1.      ´Si puedo observar la emoción (y notas la emoción cuando dices esto) igual como un objeto sensorial resulta que no soy la emoción, que la emoción es un objeto´.
2.  ´Igual si puedo observar la sensación del ´Yo´ (y notas el ´Yo cuando dices esto) que supuestamente percibe la emoción, y el ´Yo que sufre, resulta que no soy el ´Yo´, el ´Yo´ es un objeto.
A continuación, nos preguntamos:
¿Si la emoción y el ´Yo´ son objetos entonces qué es el sujeto de ellos?, ¿Qué puede ser el sustrato en lo cual estos dos aparecen y están percibidos?
Una vez hecha la pregunta, permanecemos suavemente alertas y atentos. En silencio y en plena atención contemplamos para discernir qué puede ser el sujeto o el sustrato en lo cual estos dos aparecen y están percibidos.
Cuando hacemos esta indagación y intentamos sin esfuerzo discernir y averiguar que es el sustrato, podemos facilitar este proceso afirmando a nosotros mismos:  ´La emoción y la sensación del ´Yo´ son objetos entonces no soy ni la emoción ni el ´Yo´.
Haciendo esta afirmación seguimos en silencio y plena atención observando, preguntando de nuevo si hace falta y contemplando sin palabras para discernir el sustrato que aparecen el deseo y el Yo.
Podemos también de vez en cuando hacer la afirmacion y la pregunta juntos: ´La emoción y la sensación del ´Yo´ son objetos entonces no soy ni la emoción ni el ´Yo´. Entonces ¿Qué puede ser el sustrato o el fondo en lo cual ellos aparecen y están percibidos?
Haciendo esto seguimos en silencio y plena atención observando, preguntando y contemplando sin palabras para discernir el sustrato o el sujeto que aparecen la emoción y el ´Yo.
Probaplemente experimentarás que el sustrato es el silencio, que puede ser como un vacio, como un espacio inmóvil etc..
Podemos también una y otra vez prestar atención alternativamente en la sensación del ´Yo  y en el silencio.
Lo hacemos este proceso sin prisa y tranquilamente notamos la naturaleza del sustrato.
Cuando lo hacemos todo eso se puede pasar a darse cuenta de que eres el silencio y no el ego que hasta ahora creias que eres. La realización intuitiva que eres el silencio es el despertar, pero Ojo. Esto no puedes provocarlo por tu propia voluntad. Esto sucederá por sí mismo cuando estás listo y por gracias de Dios.
Sin embargo, aunque el despertar no lo hacemos nosotros a través de esta práctica, esta indagación nos ayuda a distinguir cada vez más claramente la naturaleza del ego y la naturaleza del sustrato silencioso.
Si hemos alcanzado una concentración alta y el silencio interior es muy obvio, podemos enfocar la atención totalmente en el silencio para profundizar más y más en ello hasta que la mente se establece allí sin ningún esfuerzo. Esto es realmente meditación profunda y según nuestra práctica desarrollaremos nuestra capacidad a meditar profundamente. Esto nos ayudará a permanecer más pacíficos y equilibrados durante todo el día y a no identificarnos fácilmente con los pensamientos, las emociones y las tendencias egoístas como así nos ayudará a comprender su  naturaleza y eliminarlos de nuestra psique a través la oración, el nombre de Dios y otros métodos.
Cómo podemos usar la auto-indagación para disolver el ego os lo explicaré en otro ensayo.