Te recomiento leer antes el ensayo DESPERTAR DE LA ILUSIÓN DE QUE SOMOS EL EGO. porque son relacionados y al leerlo te ayudara entender esta práctica de auto-indagación.
La práctica de la
auto-indagación es un método muy potente que nos ayuda mucho tomar consciencia del
engaño del ego, desidentificar del ego y sus varias expresiones y despertar a
vuestra naturaleza verdadera. Hay varias formas de aplicar la práctica de la
auto-indagación. Sri Ramana Maharshi y Sri Nisargadatta, dos grandes maestros
de Advaita Vedanta y Jnana Yoga han dado dos maneras distinctas para hacer la
auto-indagación. Ambos son muy simples y efectivas al a vez. En este texto os
explicaré una manera de auto-indagación un poco diferente (del Ramana y
Nisargadatta) que la he desarollado por mi experiencia personal.
El objetivo de la auto-indagación es el mismo con ello de
la meditación; es sosegar la mente, anular todos los procesos mentales y
emocionales y enfocar la atención en su fuente, el silencio interior. El
objetivo final es lograr que la mente se funda totalmente en su fuente (Silencio, consciencia, Atman); en este
estado el ego disuelve totalmente y para siempre y nos establecemos en el Ser
como Ser. Esto es el estado de iluminación o liberación.
Podemos aplicar también la auto-indagación para
investigar la naturaleza del ego y sus varias expresiones y disolverlas. Pero
en esta auto-indagación que os explico aquí os ayudará a desidentificaros del
ego, ser más conscientes del ego y sus expresiones como bien del silencio
interior y creará las condiciones apropiadas para suceder el despertar.
Para aplicar la auto-indagación adecuadamente y de una manera
eficaz hace falta una mente sáttvica, desapegada, desapasionada y con alta capacidad
de discernimiento. Para desarrollar esta capacidad en un nivel bastante alto
hace falta practicar por muchos. Sin embargo, esto no significa que no podéis
ejercitar la auto-indagación desde el principio de su viaje espiritual pero esta
práctica sería solo una práctica entre otros. Para hacer la indagación hace
falta también estudiar la naturaleza del ego y del Ser o Atman y al mismo
tiempo observar, investigar y reflexionar sobre estos dos partes importantes de
nuestra existencia para que tengas un conocimiento correcto y una vista bastante
clara. Es importante también que investigues qué es y cómo funciona la
identificación, la proyección, la superposición y la asociación. Porque estos
son las funciones con las cuales la mente egoísta nos engaña y nos impide
reconocer nuestra naturaleza verdadera.
La práctica de auto-indagación la hacemos como práctica
formal dos o tres veces durante el día (por
la mañana, por la tarde, por la noche) para profundizar en ella y
desarrollarla y también la hacemos durante todo el día. No es posible tener
éxito en este proceso espiritual si no practicamos sistemática y constantemente.
Espiritualidad no es un hobby que lo hacemos unas veces cada semana o unas horas
cada día para soltar las tensiones y complacer un poco.
Voy a hacer esta auto-indagación investigando la
naturaleza de una emoción, y la naturaleza del ´Yo como sufridor y del ´Yo como
percibidor. Podemos hacer esta auto-indagación ivestigando la naturaleza de cualquier
emoción, de cualquier tendencia egoísta, deseo y la sensación del ´Yo mismo.
El proceso de esta auto-indagación es igual para las
emociones, los deseos y el 'Yo, porque el deseo es también una emoción que nos
impulsa lograr, poseer o disfrutar algo que creemos nos dará placer o nos hará
felices y el 'Yo o ego es una sensación que podemos percibir igualmente como la
emoción y el deseo, aunque resulta más difícil ya que somos completamente
identificados con el ego.
Os recomiendo que hagais la indagación usando las emociones,
el deseo, y el Yo, porque son las
expresiones fundamentales de nuestra psique y también la raíz de nuestro
sufrimiento. El deseo y las emociones negativas funcionan en nuestra psique
compulsiva y mecánicamente sin parar y el ego (Yo) que es el centro de todos
procesos psicológicos y el factor que nos hace identificar con las emociones y
los deseos. Estas energías oscurecen nuestra mente y su capacidad de discernir
y por eso no podemos realizar que somos la consciencia eterna y divina siempre
feliz y pacífica, libre de sufrimiento, nacimiento y muerte.
Esta auto-indagación os ayudará a disolver la
identificación con el deseo, las emociones y el ´Yo mismo y realizar que sois
el sustrato donde el ´Yo aparece.
Por supuesto hay otras maneras de hacer la
auto-indagación. Cada uno puede personalizar la práctica según sus capacidades
mentales, su madurez, su compresión y el conocimiento que tiene.
Nota: Hay también otro tipo de
auto-indagación, muy similar a lo que os voy explicar aquí, que nos permite
disolver los deseos, las emociones y todas las tendencias egoistas. Pero esto
lo explicaré en otro ensayo.
AUTO-INDAGACIÓN
sobre una emoción y la naturaleza del ´Yo
En esta auto-indagación investigaremos la naturaleza de
una emoción, y al mismo tiempo la naturaleza del ´Yo como sufridor y del ´Yo
como percibidor.
Podemos hacer esta auto-indagación con cualquier emoción (ira, impaciencia, miedo, discontento,
resentimiento etc.). Cuando hay una emoción en nosotros, por ejemplo, ira o
impaciencia, prestamos plena atención en la emoción para localizarla, o sea
dónde exactamente la sentimos en nuestro cuerpo, para sentirla plenamente tal
como es, con el fin de aclarar su naturaleza y su matiz.
Esto lo hacemos con una simplicidad e inocencia. No
interpretamos mentalmente lo que sentimos y lo que experimentamos. Para
facilitar este proceso nos preguntamos interiormente:
¿Puedo permitir que esta emoción esté en mi tal como es,
sin reacionar y sin quejarme?
Y me quedo alerta y consciente de ella, sintiéndola
plenamente. Observamos la emoción hasta que tengamos una vista clara de ella,
hasta que averigüemos el matiz de la emoción y el parte del cuerpo en lo cual se
manifiesta. Una vez localizado, sentimos la emoción plenamente, lo observamos y
lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Nota: Cuando una emoción se está
expresando usualmente hay también imaginaciones y pensamientos relacionados a
esta emoción. Pero en este proceso enfocamos la atención en la emoción e
ignoramos los pensamientos. Normalmente cuando enfocamos la atención plenamente
en la emoción los pensamientos desvanecen.
Si tenemos una vista clara de la emoción continuamos
preguntando:
¿Qué es lo que sufre de esta emoción?, ¿Qué quiere estar
libre de esta emoción?
La respuesta obviamente será: ´Yo´ sufro, ´Yo´ quiero estar
libre de esta emoción´.
Entonces nos preguntamos:
¿Qué es este Yo?
Y luego con suave y plena atención buscamos a encontrar y
a localizar en nuestro cuerpo dónde está, dónde sentimos este ´Yo´ que sufre y
quiere dejar de sentir esta emoción dolorosa.
Una vez localizado, lo sentimos plenamente, lo observamos
y lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Seguimos observando atentamente la sensación del ´Yo´ y a
continuación dirigimos la atención hacia la emoción. Por un rato sentimos alternativamente
con plena atención la emoción y la sensación del ´Yo´. Esto lo hacemos unas
veces para tomar clara consciencia cómo sentimos la emoción negativa (por ejemplo la impaciencia) y cómo sentimos el Yo´.
Hacemos este proceso sin prisa. Hasta que tengamos una consciencia
plena de los dos. Cuando consideramos que tenemos consciencia plena de los dos
seguimos preguntando:
¿La emoción de impaciencia y la sensación del “Yo sufro”
son dos cosas diferentes o no? ¿La
energía de la emoción y la energía del ´Yo´ son diferentes o no?
Observando atentamente la emoción y la sensación del ´Yo,
y contemplando intentamos discernir y dar cuenta de si la emoción y el ´Yo son
diferentes o son la misma energía que asume estas dos formas.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la
naturaleza de cada uno.
Si nos damos cuenta de que la emoción y el ´Yo-sufridor
son la misma energía que asume estas dos formas distintas podemos seguir
investigando la naturaleza del ´Yo como percibidor.
Para facilitar este proceso hacemos una pregunta:
Antes de hacer la pregunda sentimos un vez más la emoción
y nos preguntamos:
¿Qué es lo que percibe esta emoción?
La respuesta obviamente será “Yo la percibo”
Entonces nos preguntamos ¿Qué es este ´Yo?
Y luego con suave y plena atención buscamos a encontrar y
localizar en nuestro cuerpo dónde está, dónde sentimos este ´Yo´ que percibe.
Una vez localizado, lo sentimos plenamente, lo observamos
y lo escundriñamos para averiguar su naturaleza y su matiz.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la
naturaleza de cada uno.
Si tenemos una consciencia plena del ´Yo-percibidor hacemos
la pregunta:
¿El ´Yo-percibidor y el “Yo sufridor” son dos cosas
diferentes o no?
Observando atentamente y contemplando intentamos
discernir si el ´Yo-percibidor y el “Yo sufridor son diferentes o son la misma
energía que asume estas dos formas.
Lo hacemos todo eso sin prisa y tranquilamente notamos la
naturaleza de cada uno.
Probablemente realizaremos que el ´Yo que percibe y el
´Yo que sufre es el mismo Ýo. Entonces
el mismo ‘Yo es lo que sufre y lo que percibe.
Podemos llegar a esta realización si estamos muy atentos
y nuestra mente está tranquila y sosegada. En este estado de atención plena, el
silencio interior que es el sustrato en lo cual el ´Yo y la emoción aparecen
será más obvio. Este espacio silencio puede ser muy obvio, pero normalmente no os
dais cuenta de que este silencio es vuestra identidad, no os dais cuenta de que
sois este silencio. Pero esto es natural y es este ´dar cuenta de´ que queremos
lograr a través la auto-indagación.
Para facilitar este ´dar cuenta de que somos el silencio
seguimosr la indagación investigando el sustrato en que la emoción y el ´Yo
aparecen.
Para facilitar este proceso contemplamos en lo suigente:
1. ´Si
puedo observar la emoción (y notas la emoción cuando dices esto) igual como un
objeto sensorial resulta que no soy la emoción, que la emoción es un objeto´.
2. ´Igual si puedo
observar la sensación del ´Yo´ (y notas el ´Yo cuando dices esto) que
supuestamente percibe la emoción, y el ´Yo que sufre, resulta que no soy el
´Yo´, el ´Yo´ es un objeto.
A continuación, nos preguntamos:
¿Si la emoción y el ´Yo´ son objetos entonces qué es el
sujeto de ellos?, ¿Qué puede ser el sustrato en lo cual estos dos aparecen y
están percibidos?
Una vez hecha la pregunta, permanecemos suavemente alertas
y atentos. En silencio y en plena atención contemplamos para discernir qué
puede ser el sujeto o el sustrato en lo cual estos dos aparecen y están percibidos.
Cuando hacemos esta indagación y intentamos sin esfuerzo discernir
y averiguar que es el sustrato, podemos facilitar este proceso afirmando a
nosotros mismos: ´La emoción y la sensación del
´Yo´ son objetos entonces no soy ni la emoción ni el ´Yo´.
Haciendo esta afirmación seguimos en silencio y plena
atención observando, preguntando de nuevo si hace falta y contemplando sin
palabras para discernir el sustrato que aparecen el deseo y el Yo.
Podemos también de vez en cuando hacer la afirmacion y la
pregunta juntos: ´La emoción y la sensación del ´Yo´ son objetos entonces no soy ni la
emoción ni el ´Yo´. Entonces ¿Qué puede ser el sustrato o el fondo en lo
cual ellos aparecen y están percibidos?
Haciendo esto seguimos en silencio y plena atención
observando, preguntando y contemplando sin palabras para discernir el sustrato
o el sujeto que aparecen la emoción y el ´Yo.
Probaplemente experimentarás que el sustrato es el
silencio, que puede ser como un vacio, como un espacio inmóvil etc..
Podemos también una y otra vez prestar atención
alternativamente en la sensación del ´Yo
y en el silencio.
Lo hacemos este proceso sin prisa y tranquilamente notamos
la naturaleza del sustrato.
Cuando lo hacemos todo eso se puede pasar a darse cuenta
de que eres el silencio y no el ego que hasta ahora creias que eres. La
realización intuitiva que eres el silencio es el despertar, pero Ojo. Esto no
puedes provocarlo por tu propia voluntad. Esto sucederá por sí mismo cuando
estás listo y por gracias de Dios.
Sin embargo, aunque el despertar no lo hacemos nosotros a
través de esta práctica, esta indagación nos ayuda a distinguir cada vez más
claramente la naturaleza del ego y la naturaleza del sustrato silencioso.
Si hemos alcanzado una concentración alta y el silencio interior
es muy obvio, podemos enfocar la atención totalmente en el silencio para
profundizar más y más en ello hasta que la mente se establece allí sin ningún esfuerzo.
Esto es realmente meditación profunda y según nuestra práctica desarrollaremos
nuestra capacidad a meditar profundamente. Esto nos ayudará a permanecer más
pacíficos y equilibrados durante todo el día y a no identificarnos fácilmente
con los pensamientos, las emociones y las tendencias egoístas como así nos
ayudará a comprender su naturaleza y
eliminarlos de nuestra psique a través la oración, el nombre de Dios y otros métodos.
Cómo podemos usar la auto-indagación para disolver el ego
os lo explicaré en otro ensayo.