¿Dónde hay felicidad? por Swami Sivananda
La vida es común a pájaros, perros, hormigas, hombres, etc. la existencia es común a paredes, piedras, mesas, pájaros, animales, hombres, etc. El deseo de gozar de Nitya Akhanda Sukha (infinita indivisible felicidad) es común a todos.
Todos los actos tienen como fin el logro de felicidad. La virtud es la raíz de la felicidad. El Atman es Ananda Svarupa (bienaventuranza en esencia).
Todos coinciden en que el único fin que tiene el hombre en todos sus actos es el de asegurarse felicidad. Por lo tanto, el fin superior del hombre debe ser el de obtener felicidad eterna, infinita, ininterrumpida y suprema. Sólo puede tenerse esta felicidad en el propio Ser o Atman. Por lo tanto, busca en tu interior para alcanzar esa beatitud eterna.
Todo hombre tiene el derecho de nacimiento a ser feliz. Todos nosotros queremos ser felices. Busca esta felicidad eterna en el Atman que brilla en tu corazón. Sumérgete profundamente en el Atman mediante la meditación silenciosa y profunda. Obtendrás beatitud perenne. No hay otra forma, mi querido Ram.
Todas las esperanzas de felicidad en este mundo terminan en dolor, desesperación y sufrimiento. Los placeres están mezclados con dolor. La belleza está mezclada con fealdad. La amabilidad, con ira y palabras duras. No hay ningún soporte real en este mundo en el cual apoyarse. La indulgencia sensual genera enfermedad, agotamiento, debilidad y pérdida de vigor. Los objetos sensuales son tan dañinos como el veneno. El sexo débil encapricha. El dinero y el poder llenan la mente de vanidad. La gloria y la belleza de la juventud son tan evanescentes y cambiantes como la sombra de un árbol. El hijo se convierte en enemigo del padre. Los hermanos pleitean en la corte. No hay verdaderos amigos aquí. El multimillonario mendiga en las calles cuando quiebra. La vida es incierta. Plagas, neumonía, cólera y gripe barren con la población de un país en corto tiempo. Los horrores de la guerra son terribles y espantosos. Los dictadores hacen lo que quieren. Hay luchas entre capitalistas y trabajadores. Hay guerra entre una nación y otra. No hay paz en la tierra. No confíes en tu cuerpo, tu mente y tus sentidos. Ten vida espiritual interior. Experimenta al Ser. Entonces, todos los sufrimientos terminarán.
Si se paraliza el nervio del gusto, el glosofaríngeo, no puedes disfrutar de las distintas clases de platos sabrosos. Si la retina o el nervio óptico se paralizan, no puedes gozar de las diversas formas hermosas. Si el nervio auditivo se paraliza, no puedes oír la música melodiosa. Si el nervio olfatorio se paraliza, no puedes gozar de las distintas clases de fragancias dulces. Si tu nervio sensorio del Indriya de la reproducción se paraliza, no puedes gozar de la felicidad conyugal. ¿No te resulta obvio que el mundo es un juego de los nervios? ¿No entiendes ahora que este universo de opuestos es ilusorio? Tendrás que depender de esos nervios y sentidos para tu felicidad. Si estos nervios dejan de funcionar, te vuelves miserable, aunque poseas una fortuna enorme y edificios palaciegos. ¿Puedes llamar felicidad verdadera y duradera a esos pequeños placeres sensuales ilusorios que dependen del juego de los nervios? Es sólo una picazón de los nervios que encanta a las almas engañadas que han perdido el poder de discernimiento y entendimiento.
Si estás ganando cien rupias mensuales, no te compares con un hombre que gana quinientas rupias. Si lo haces, te volverás descontento. Eso perturbará tu paz mental. Compárate con el hombre que gana sólo veinticinco rupias por mes. Agradécele a Dios por tener tu estado actual. No hay fin para tus deseos. Sólo el contentamiento puede calmar a tu inquieta mente.
No hay riqueza mayor que el contentamiento. Las ambiciones mundanas son inútiles. Aspira a lo alto. Aspira a alcanzar a Brahman. Ten esta ambición espiritual suprema. Esto aniquilará todos los vanos deseos mundanos. Las ambiciones mundanas te llevarán al dolor, el sufrimiento y la decepción.
Amigo, puedo decirte cómo ser feliz. Di la verdad. No lastimes a nadie. Recuerda a Dios. Sirve. Ama. Da. Observa Brahmacharya. Contempla al Ser inmortal y feliz en todas partes.
Si quieres paz y vida eterna, practica lo siguiente: Sé franco y sincero. Habla desde el corazón. Controla los Indriyas. Controla la mente. No hieras los sentimientos de los demás. Sé amable con todos. Di la verdad. Lleva una vida de simplicidad y contento. Observa Brahmacharya. Ten Satsanga. Sirve a los santos, Sadhus, Sannyasins y a todos los seres. Haz mucha caridad. Desarrolla Kshama y controla la ira. Lee libros religiosos. Practica Japa y Kirtan. Medita. Sirve a tu Guru con intenso respeto y afecto. Aprende a discernir. Aprende a ver al Uno en los muchos. Renuncia al fruto de las acciones como Ishvararpana (ofrenda al Señor).
Abandona la mala compañía. Subyuga la lujuria, la ira y la avaricia mediante el esfuerzo constante. Gozarás de paz, alegría e inmortalidad.
Puedes gozar de mucha paz mental si no te entrometes en los asuntos de otros. Ocúpate de lo tuyo y descansa en paz.
La paz y la felicidad que buscas en los objetos externos no están allí. Tus ideas cambian a cada momento y, con ello, también cambia el objeto. Pierdes el gusto por un objeto particular que te ha dado algún disfrute hasta último momento. Esta es tu experiencia en el mundo. Ahora buscas un nuevo objeto. Anhelas aquello que pueda darte placer real y eterno. Te dejas engañar otra vez. Los sentidos y los objetos te engañan.
La verdadera felicidad, la beatitud eterna, está en tu interior. La encontrarás en tu propio Ser. Sin saberlo, deseas los objetos externos. Ahora, sumérgete en el interior cerrando los ojos y eliminando todos los pensamientos del mundo. Experimenta la felicidad eterna. Todas las miserias del mundo terminarán.