El hombre quiere felicidad. Rechaza el dolor. Mueve cielo y tierra para conseguir la felicidad que desea de los objetos sensuales, y he aquí que queda enredado en las redes enmarañadas de Maya. ¡Pobre hombre! No sabe que estos objetos son perecederos y evanescentes, finitos y condicionados por el tiempo, el espacio y la causalidad. Y encima, no obtiene de ellos la felicidad deseada.
Este mundo es imperfecto (Apurna) y la vida es incierta. Un abogado habla por teléfono, sube la escalera para comer y, ¡ay! mientras asciende se muere en la escalera. Tales ejemplos son bien conocidos por todos ustedes.
No hay ni un ápice de felicidad en los objetos, porque son insensibles (Jada). Incluso el placer sensual es solamente un reflejo de la felicidad del Atman. Así como un perro que chupa un hueso seco en la calle imagina tontamente que está saliendo sangre del hueso seco, cuando en verdad la sangre está saliendo de su propio paladar, también las personas de mente mundana imaginan tontamente que la felicidad que disfrutan en la vida diaria proviene solamente de los objetos.
Tú puedes encontrar paz y felicidad eterna, inmensa y suprema solamente en tu Atma que brilla en las cavidades de Tu corazón con todo su esplendor y gloria. Es una encarnación de Beatitud (Ananda Swarupa).
Aún en los multimillonarios y los reyes hay inquietud mental, insatisfacción, descontento e intranquilidad. Siempre hay cierta pena, sufrimiento o dolor incluso cuando están en el máximo disfrute de los placeres mundanos. ¿Puedes mostrarme a un hombre que sea perfectamente feliz? Cuando se está celebrando el matrimonio de su segundo hijo, el recuerdo de la muerte de su primer hijo, que falleció sólo unos días atrás, tortura su mente.
La mente está constituida de tal modo que mantiene el ritmo de placer y dolor de la misma manera que el ritmo de sístole y diástole del corazón. Uno teme que la felicidad pase pronto, cuando está en un entorno alegre. Esto acrecienta el sufrimiento, cuando uno está en el disfrute de los placeres sensuales. Incluso si quita el dolor por algún medio, se manifiesta otra vez de alguna u otra forma como pérdida de propiedad, enfermedad, muerte, hostilidad o decepción.
No hay esperanza de inmortalidad por medio de la riqueza. Tal es, efectivamente, la declaración enfática e irrefutable de los Upanishads. "Na karmana na prajayana dhanena tyagenaike amritatvamanasuh.- Uno no puede lograr inmortalidad mediante los rituales, ni por medio de la progenie, ni por la riqueza, sino solamente por la renuncia".
El solo dejar los objetos no constituirá una verdadera renuncia. Mis queridos amigos, recuerden bien este punto. Verdadera renuncia (Tyaga) consiste en renunciar al egoísmo, el sentido del yo, el sentido de posesividad, el individualismo, los deseos y los anhelos de todo tipo.
Es en verdad difícil para todos los seres lograr un nacimiento humano, más aún con un cuerpo masculino. Se dice que hay tres cosas verdaderamente raras y que son atribuibles a la gracia de Dios, ellas son: un nacimiento humano, el deseo de liberación y la protección de un sabio perfecto. El hombre que a pesar de haber obtenido la oportunidad de un nacimiento humano con un cuerpo de varón y un buen intelecto (por algunas acciones virtuosas hechas en vidas anteriores) es tan tonto como para no esforzarse por el logro de la Conciencia del Ser, se suicida en verdad, porque se mata aferrándose a cosas irreales.
Ahora me harás la pertinente pregunta: "¿Por qué debo experimentar al Atman?" Respondo, porque la experiencia del Ser te libera de la rueda del Samsara, de nacimientos y muertes, con sus correspondientes males. Escucha la enfática declaración de los Upanishads: "Este Atman (el Ser) que está libre de falta, que no decae, inmortal, libre de pena, hambre y sed, eso es lo que hay que buscar con verdadero anhelo y firme resolución y lo que uno debe querer experimentar; aquél que ha buscado a su Ser y Lo comprende, obtiene todos los mundos y satisface todos los deseos". (Chhandogya Upanishad).
Escucha una vez más la enérgica expresión del mismo Chhandogya Upanishad: "Yo vai Bhuma tat sukham na alpe sukham asti, bhumaiva sukham bhuma tveva vijijnasitavyah. - El Infinito (el Magnánimo) es Beatitud. No hay satisfacción en lo que es pequeño (finito). El infinito solamente es la dicha. Pero uno debe desear comprender al Infinito".
Todo hombre en este mundo está intranquilo, descontento e insatisfecho. Siente que le está faltando algo cuya naturaleza no comprende realmente. Él busca el reposo y la paz que siente necesitar en el logro de proyectos ambiciosos. Pero descubre, para su gran pena y decepción, que cuando está asegurada, la grandeza mundana es una ilusión y una trampa. No encuentra felicidad en ella. Consigue grados codiciados, diplomas, títulos, honores, poder, puesto, nombre y fama; se casa; engendra a bebés hermosos; en pocas palabras, logra todo lo que él supone que le dará felicidad. Pero aún así, no encuentra verdadero descanso y paz.
Hombres piadosos, santos, sabios, Acharyas y profetas no se han cansado de decir que esta intranquilidad de todo hombre, ese estado de descontento, insatisfacción e incomodidad, de estar molesto consigo mismo y su entorno, es sólo debido a la pérdida de la compañía de su alma, que está brillando eternamente en las cavidades de su corazón, que está lista para abrazarlo con las manos extendidas, si realmente quiere verla y si está espiritualmente sediento y hambriento.
Un anna (décima parte de una rupia india) de placer se mezcla con quince annas de dolor. El placer que está mezclado con dolor, miedo y preocupación no es placer en absoluto. Si comienzas a analizar este anna de placer cuidadosamente, se reducirá a nada. Descubrirás que es una simple obra dramática de la mente. ¡Oh hombre! Despierta. Abre tus ojos. Desarrolla Viveka. No puedes obtener verdadera felicidad de objetivos finitos.
Nitya, Nirupadhika, Niratisaya Ananda (la Beatitud eterna, infinita) que es independiente de los objetos puede tenerse solamente en el Espíritu Inmortal, el Atma, el Alma o Brahman, el Habitante de tu corazón. Por lo tanto, rechaza todas las cosas externas implacablemente y corre a los Pies del Señor. Desarrolla Vairagya. Vairagya es el fundamento más profundo para el sendero espiritual.
¿Por qué corren los hombres tras los placeres sensuales? ¿Cuál es su concepto de la felicidad? Los Samskaras lo fuerzan a repetir los mismos actos sensuales una y otra vez. ¿Es el hombre solamente una criatura del ambiente o la circunstancia? ¿No puede destruir sus Samskaras por medios eficaces y apropiados?
Debido a la ignorancia, el hombre corre aquí y allá para buscar la felicidad en los objetos. Un poco de pan de jengibre y algunas frutas confitadas, un hijo y una esposa joven, posición y un poco de poder y algo de dinero en el banco llenarán su corazón de júbilo y calmarán sus nervios. Eso es todo lo que quiere. La dicha del Atma, el Ananda más allá de lo sensual, la paz del éxtasis espiritual y el conocimiento son desconocidos para él. No los quiere. Mejor dicho, le disgustan. Odia a las personas que hablan de cosas más elevadas y sublimes. Créeme, el hombre puede barrer sus Samskaras por Purushartha o esfuerzo correcto. No es una criatura del ambiente o la circunstancia. Es el amo de su destino.
En medio del ruido y el alboroto bullicioso de las actividades mundanas, vienen momentos de tranquilidad y paz, cuando la mente por un momento, por más breve que sea, se remonta por sobre las cosas mundanas groseras y reflexiona sobre los problemas más elevados de la vida, como el porqué y la causa de la vida, y el misterio del universo.
El hombre comienza a preguntarse: "¿Quién soy?" El indagador sincero se pone serio y se vuelve absorto en sus reflexiones. Comienza a buscar y comprender la Verdad. El discernimiento surge en él. Busca Vairagya, concentración, meditación, y purificación del cuerpo y de la mente y al final obtiene el más alto Conocimiento del Ser.
Pero el hombre cuya mente está saturada de Vasanas mundanas y del veneno materialista es muy desatento, es arrastrado irresistiblemente por las dos corrientes de Raga y Dvesha, y se sacude impotentemente aquí y allá en el torrente del tumultuoso Samsara de las preocupaciones mundanas.
El hombre comienza a preguntarse: "¿Quién soy?" El indagador sincero se pone serio y se vuelve absorto en sus reflexiones. Comienza a buscar y comprender la Verdad. El discernimiento surge en él. Busca Vairagya, concentración, meditación, y purificación del cuerpo y de la mente y al final obtiene el más alto Conocimiento del Ser.
¡Ah! ¡Qué incierta es la vida sensual en este mundo! Si piensas constantemente en la naturaleza temporal del placer sensual y sus males afines, los sufrimientos, las preocupaciones, los problemas, las tribulaciones, la ansiedad y la muerte prematura, entonces lentamente desarrollarás Vairagya. El Vairagya que viene momentáneamente es atribuible a la pérdida de la esposa, un pariente, amigo, hijo o propiedad; esto no lo ayudará mucho en el sendero espiritual. Lo que realmente se requiere es el Vairagya proveniente del discernimiento o Viveka.
En presencia del placer sensual, la beatitud espiritual no puede existir, así como la oscuridad no puede existir en presencia de la luz. Por lo tanto, demuestra extremo desprecio por los objetos mundanos. Destruye todos los deseos. Aparta la mente de los objetos sensuales. Desarrollarás Vairagya.
Tú mismo has vuelto tu vida complicada e intrincada. Te has enredado en este pantano del Samsara. Has multiplicado tus necesidades y deseos. Estás forjando todos los días un eslabón adicional a la cadena de esclavitud. La sencillez ha desaparecido. Se aceptan los hábitos y estilos de vida lujosos. No es extraño que haya desempleados en todas partes. Las personas están muriendo de hambre. Hay depresión en el comercio. Hay descontento por todos lados. Hay completa devastación por un sismo. Los tribunales de divorcios también se están multiplicando. Una nación teme a otra nación. Una nación sospecha que las otras naciones se están preparando para una gran guerra. Por lo tanto, la vida se ha tornado una cuestión de incertidumbre. Se ha vuelto una masa de confusión, caos y perplejidad. Se ha vuelto tormentosa y agitada. Está llena de tendencias ocultas, corrientes cruzadas, subterráneas y mezcladas. ¿No hay ninguna manera de escapar de estos problemas y dificultades? Hay solamente una manera. Lleva una vida de desapego, autocontrol, pureza, servicio desinteresado y amor cósmico. Desarrolla el hábito de adoptar el punto de vista correcto, el pensamiento, el sentimiento y la acción apropiados, con una actitud mental o Bhav justa. Practica la devoción y la meditación.
¡Oh Mohan! No tienes un Vairagya verdadero y constante. Tu estado mental actual es atribuible a los apuros monetarios. Esto no te ayudará en el sendero espiritual. La mente estará esperando recuperar el objeto al que has renunciado, cuando tenga la primera oportunidad. No hay dudas de que eres un hombre de Samskaras espirituales. Pero tu Vairagya debe ser del tipo que proviene del puro Viveka, (Nityanitya-vastu-Viveka), la discriminación entre el real y el irreal. Esta es una cualidad poco frecuente, una virtud rara, aunque muchas personas fingen poseerla.
Miles de diplomados y doctores jóvenes vienen a mí con vasijas de barro en sus manos y ataviados con túnicas de color naranja buscando cuevas en Uttarakasi y Gangottri para la meditación profunda y la práctica del Pranayama. Y algunos jóvenes estudiantes de ciencia y algunos Rajkumars van al Punjab y a Cachemira en trajes de seda con cuellos rígidos y corbatas buscando jovencitas para casarse. ¿Hay placer o dolor en este mundo? Si hay placer, ¿por qué los hombres jóvenes y educados se retiran a los bosques? Si hay dolor, ¿por qué corren los jóvenes tras la riqueza, las mujeres y la posición? ¡Misteriosa es Maya! ¡Misteriosa es Moha!
Trata de comprender el misterio de la vida y del universo. Adquiere Viveka. Recurre a Satsanga. Investiga la naturaleza del Atman. Estudia el Yoga Vasishtha y los Upanishads. Entonces tendrás un entendimiento completo de los innumerables problemas de la vida. No hay un ápice de felicidad en este mundo. Busca la felicidad en tu interior.
¿No es un reino digno de ser poseído? ¿No es lindo vivir en un palacio de verano en Cachemira con un agradable jardín con flores de dulces perfumes y variados colores? ¿No es amena la compañía de Maharanis jóvenes con delicadas cinturas, ojos semejantes a lotos y deseadas como la vida misma? Aún así los hombres sabios y desapegados como Bhartrihari, Buda, Gopichand y otros se retiraron a los bosques pateando todas estas cosas tan inútiles como la paja, para tener la experiencia del Ser que es el único que puede otorgar la Beatitud Infinita, la Inmortalidad, y la Paz Eterna.
La tendencia espiritual viene y se va. Por lo tanto tendrás que ser siempre cuidadoso de nutrir y proteger tus Samskaras espirituales con ardiente Vairagya, Sadhana intensa y constante, y un anhelo abrasador de liberación (Mumukshutva). Deberás incrementar tus buenos Samskaras. Tendrás que desarrollarlos. Tendrás que multiplicarlos.
Vairagya es un estado puramente mental e interno. Un hombre puede permanecer en el mundo, ocupado en medio de distintas suntuosidades, mujeres y riqueza, y a pesar de ello poseer un perfecto Vairagya; mientras que un Sadhu que vive en una cueva en las regiones lejanas de los Himalayas puede estar apegado enormemente a su Kamandalu, su bastón o trozo de tela.