El mundo.
Una proyección del pensamiento
por Swami Sivananda.
Una
cuidadosa reflexión mostrará que todo el universo es, en realidad, la
proyección de la mente humana (Manomatram Yagat). La purificación y el control
de la mente es el objetivo central de todos los Yogas. La mente en sí misma no
es más que una serie de impresiones grabadas que se expresan incesantemente en
forma de impulsos y pensamientos. La mente no es más que aquello que ella misma
hace. El pensamiento impele a la acción; la actividad crea más impresiones
frescas en la sustancia mental.
El Yoga corta
en la misma raíz este círculo vicioso con un método de inhibir efectivamente
las funciones de la mente, es decir, el pensamiento. Cuando se transciende el
pensamiento, funciona la intuición y sobreviene el conocimiento del Ser.
El
pensamiento tiene el poder de crear y destruir el mundo en un abrir y cerrar de
ojos. La mente crea el mundo de acuerdo con su propio Sankalpa o pensamiento.
Es la mente quien crea este universo (Manomatram yagat);
Manakalpitan
yagat). Como un sueño generando otro sueño dentro de sí, la mente, sin tener
forma visible, genera la existencia de objetos visibles.
Vivimos en
un mundo ilimitado de pensamiento.
El mundo
entero no es otra cosa más que pensamientos. Pensamiento son los grandes
dolores, la vejez, la muerte y el pecado; la tierra, el agua, el fuego, el
aire, el éter. El pensamiento esclaviza al hombre. Quien ha controlado sus
pensamientos es verdaderamente un Dios en la tierra.
Vivimos en
un mundo de pensamientos. Lo primero es el pensamiento. Después se produce la
expresión de ese pensamiento a través del órgano de la palabra. El pensamiento
y el lenguaje están íntimamente conectados. Los pensamientos de cólera,
amargura y malicia ofenden a otros. Si la mente, que es la causa de todos los
pensamientos, desaparece, desaparecerán los objetos externos.
Los
pensamientos son cosas. Los cinco sentidos, el sonido, el tacto, la forma, el
sabor y el color; el estado de vigilia, el estado de sueño y el estado de sueño
profundo, todos son productos de la mente.
La pasión, la
cólera, la esclavitud, el tiempo, son también resultado de la mente. La mente
es la reina de los sentidos (Indriyas) . El pensamiento es la raíz de todos los
procesos mentales.
Los
pensamientos que percibimos a nuestro alrededor no son más que la mente en
forma o substancia. El pensamiento crea y destruye. La amargura y la dulzura no
están en los objetos, sino en la mente, en el sujeto, en el pensamiento. El
pensamiento crea todas las sensaciones.
Los
pensamientos, el mundo y la realidad intemporal.
La mente es
la causa y raíz del árbol de Samsara con sus miles de brotes, ramas, hojas
tiernas y frutos. Si se aniquilan los pensamientos se destruye al instante todo
el árbol Samsara.
Destruye los
pensamientos tan pronto como surjan. La raíz se secará a través de la
aniquilación de los pensamientos y el árbol de Samsara pronto se marchitará.
Esto
requiere considerable paciencia y perseverancia. Cuando todos los pensamientos
hayan sido extirpados te sumergirás en el océano de la dicha. Este estado es indescriptible.
Has de experimentarlo tú mismo.
Igual que el
fuego es absorbido en su fuente cuando el combustible se ha quemado, así
también la mente es absorbida en su fuente, el Atman, cuando todos los
Sankalpas o pensamientos han sido aniquilados. Entonces se alcanza Kaivalia
(Estado trascendental de Absoluta independencia), la
Experiencia de la Realidad Intemporal, el estado de Liberación.
extracto del libro - El pensamiento y su poder.pdf - Swami Sivananda
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Paz, Luz y Amor