El ego no existe. No es más que una mera idea!
El ego es irreal o ilusorio, mientras que los conceptos de que el ego es un pensamiento o una idea y no existe son falsos. Sin embargo, el ego es irreal, en la misma medida en que el cuerpo, los pensamientos, las emociones, todos los animales, las plantas y en general todo lo que hay en el universo, así como el universo mismo, son irreales.
Al igual que la palabra o el pensamiento "mar" es una idea pero no el mar mismo, la palabra "ego" es una idea pero no el ego mismo. El ego existe igual que el mar, la tierra, las montañas y también cosas más sutiles como los campos electromagnéticos, los pensamientos y las emociones.
Todo el universo y todo lo que existe en él (incluido todo lo invisible para los sentidos y, por supuesto, el propio ego) está construido por las tres gunas (sattva, rajas y tamas), que son los poderes fumdemtales que lo crean todo. El ser humano y todo lo que constituye el ser humano (cuerpo, mente, intelecto y ego) está creado por las tres gunas. Así que si aceptamos que el ego no existe, entonces tendríamos que aceptar que todos los seres, planetas, estrellas, animales, plantas y todo el universo no existen.
El ego es energía psíquica y por lo tanto no es perceptible por los cinco sentidos, pero podemos percibirlo (sentirlo, ser conscientes de él) directamente a través de la auto-observación, al igual que podemos percibir (sentir, ser conscientes de) la ira, la envidia, la gula, etc.
La naturaleza esencial del ego es desear y crear el sentimiento de identidad identificándose con el cuerpo. Es decir, el sentimiento "el cuerpo soy yo" es generado por el ego. El ego es también el factor que crea todo tipo de identificaciones. Nos hace identificarnos con las características y funciones del cuerpo, la mente y el intelecto (pensamientos, imaginaciones, fantasia, ideas, conceptos, creencias, emociones, sentimientos, etc.), con objetos, personas, situaciones, organizaciones, religiones, partidos políticos, equipos deportivos, dogmas, etc.
Es cierto que no hay efecto sin causa. Al igual que no hay luz o calor sin el sol, no hay deseo, identificación, apego, orgullo, ira, rabia, miedo, codicia, celos, etc. sin el ego. Por lo tanto, si no hubiera ego, no habría ni identificaciones ni tendencias egoístas.
Las tendencias que llamamos defectos son todas formas de expresión del ego. El ego es aquello que se expresa como ira, lujuria, lascivia, agrado, desagrado, codicia, orgullo, etc. No puede haber orgullo, por ejemplo, sin ego, y a la inversa, ego sin orgullo, porque son la misma cosa. Así como el agua bajo ciertas condiciones asume la forma de hielo, nubes, vapor, granizo o nieve, así el ego según las circunstancias se expresa como orgullo, deseo, lascivia, celos, ira, miedo, etc. El ego y las tendencias o defectos egoístas son la misma cosa. Por lo tanto, si aceptamos, por ejemplo, que la ira existe, no podemos negar la existencia del ego.
Por eso en la mitología griega simbolizan la naturaleza plural del ego como un monstruo (llamado la Hidra de Lerna) que tenía muchas cabezas. Cada cabeza es una de las tendencias o defectos del ego.