La dicha espiritual es la felicidad más elevada. La dicha
espiritual es la felicidad de la propia Alma. Es la dicha trascendental. Es
independiente de los objetos. Es constante, uniforme y eterna. Sólo el sabio la
disfruta.
El placer sensual proviene de la emoción. Pero la dicha
del Alma es la felicidad del Ser. Es la naturaleza inherente al Atman. El
placer es temporal y fútil. La dicha es eterna e imperecedera.
El placer sensual se mezcla con el dolor. La dicha es una
felicidad sin mezcla.
El placer depende de los nervios, la mente y los objetos. La dicha es
independiente y existe si misma. Ha de hacerse un esfuerzo para gozar de los
placeres sensuales, mientras que no hace falta esforzarse por experimentar la
dicha Alma. El alma individual (Jivatma), flota en el océano de la dicha.
Purifica tu mente
Purifica tu mente por medio del Japa
nama, el Satsang, la caridad, el
control de la mente (sama), el servicio desinteresado (karma yoga), el autocontrol, el
estudio (Svadhyaya) del Guita, los Upanishads y el Yoga- Vasishtha, la
práctica de unas normas
de conducta (Yama y Niyama), de Pranayama, del discernimiento
(Viveka), del desapasionamiento
(Vairagya) y de la renunciación (Tyaga).
Obtendrás entonces un instrumento adecuado para la
meditación: una mente calmada, aguda, sutil y firme.
Practica meditación diariamente
Comienza la meditación, con la ayuda de este instrumento,
durante tres horas por la mañana y tres horas por la tarde. Entonces
amanecerá en ti una nueva e indescriptible felicidad- bienaventuranza (
Ananda). Te convencerás de la existencia de una dicha espiritual súper
sensorial.
Tendrás que sentir por ti mismo esa Ananda (dicha,
bienaventuranza) espiritual. Tendrás que disfrutarla por ti mismo. ¿Puedes explicar
el placer sexual a un niño de doce años? ¿Puedes explicar el placer de saborear
el azúcar a un niño que no la haya probado nunca? No puedes hacerlo. Él mismo
debe probarla, como también deberá experimentar por sí mismo, cuando crezca, el
placer carnal.
Los hombres mundanos se sienten muy felices cuando
obtienen algún alimento, algún dinero y una mujer. ¡Si ellos pudiesen siquiera probar el
néctar de la inmortalidad, cuán intensa sería la felicidad que sentirían!
El cuerpo es la morada de la miseria y la enfermedad. La riqueza cuesta
mucho de adquirir y de conservar. La tristeza de cada nueva cosa a la que nos
atamos. Las esposas o esposos son una fuente constante de inquietud. Pero,
¡he ahí!, la gente prefiere ese camino de sufrimiento al del gozo espiritual.
Ya has tenido suficiente de té y café, de soda y limonada, de padre, madre,
hijos, hijas, hermanos, hermanas y parientes. Has tenido incontables padres y
madres, esposas e hijos en el pasado. Viniste solo y solo te irás. Nada te
seguirá excepto tus propias acciones. Realiza a Dios. Todo sufrimiento tocará a
su fin.
Aun rodeado de objetos placenteros o dolorosos que perturban tu equilibrio
de mente, permanece inmóvil como una roca, aceptando todo con ecuanimidad. Sé
siempre alegre. Sonríe. ¿Cómo puede una mente entristecida y apesadumbrada
pensar en Dios? Trata de estar siempre feliz. La felicidad es tu naturaleza
misma. A eso se le llama alegría. Ese espíritu alegre han de cultivarlo todos
los aspirantes.
Mantén tu mente en un estado moderado
Mantén tu mente en un estado moderado, o en el medio
ideal. No la dejes correr hacia los excesos. Algunas personas mueren por la
impresión producida por una depresión extrema, como también por una alegría
extrema. No permitas que se produzca en tu mente una alegría excesiva. La mente
tiende siempre a los extremos, ya sea a la depresión extrema o a la alegría
extrema. Los extremos se tocan. Los extremos producen una reacción. La mente no
puede permanecer calmada cuando experimenta una alegría excesiva. Haz que tu
mente esté siempre alegre, pero calmada.
Este mundo es una mera apariencia. La mente y los sentidos te engañan a
cada instante. Confundes el dolor con el placer. No existe una sola pizca de
felicidad en este universo sensorial.
Abandona toda idea y toda lucha egoísta por amasar riquezas. Avanza
directamente hacia ese control remoto que hace moverse a estos juguetes de
carne y hueso que son los cuerpos humanos, el cual sostiene este gran
escenario, pero que está detrás de él.
Sólo en Él (Atman, Dios, Consciencia) hallarás una
felicidad duradera y una alegría eterna. Fúndete
en Él practicando diariamente meditación y Japa nama.