domingo, 24 de abril de 2016

El placer sensual y la dicha espiritual/ Senda Divina ~ Swami Sivanada





La dicha espiritual es la felicidad más elevada. La dicha espiritual es la felicidad de la propia Alma. Es la dicha trascendental. Es independiente de los objetos. Es constante, uniforme y eterna. Sólo el sabio la disfruta.

El placer sensual proviene de la emoción. Pero la dicha del Alma es la felicidad del Ser. Es la naturaleza inherente al Atman. El placer es temporal y fútil. La dicha es eterna e imperecedera.  

El placer sensual se mezcla con el dolor. La dicha es una felicidad sin mezcla.  

El placer depende de los nervios, la mente y los objetos. La dicha es independiente y existe si misma. Ha de hacerse un esfuerzo para gozar de los placeres sensuales, mientras que no hace falta esforzarse por experimentar la dicha Alma. El alma individual (Jivatma), flota en el océano de la dicha.

Purifica tu mente 

Purifica tu mente por medio del Japa nama, el Satsang, la caridad, el control de la mente (sama), el servicio desinteresado (karma yoga), el autocontrol, el estudio (Svadhyaya) del Guita, los Upanishads y el Yoga- Vasishtha, la práctica de unas normas de conducta (Yama y Niyama), de Pranayama, del discernimiento (Viveka), del desapasionamiento (Vairagya) y de la renunciación (Tyaga)
Obtendrás entonces un instrumento adecuado para la meditación: una mente calmada, aguda, sutil y firme. 

Practica meditación diariamente

Comienza la meditación, con la ayuda de este instrumento, durante tres horas por la mañana y tres horas por la tarde. Entonces amanecerá en ti una nueva e indescriptible felicidad- bienaventuranza ( Ananda). Te convencerás de la existencia de una dicha espiritual súper sensorial. 

Tendrás que sentir por ti mismo esa Ananda (dicha, bienaventuranza) espiritual. Tendrás que disfrutarla por ti mismo. ¿Puedes explicar el placer sexual a un niño de doce años? ¿Puedes explicar el placer de saborear el azúcar a un niño que no la haya probado nunca? No puedes hacerlo. Él mismo debe probarla, como también deberá experimentar por sí mismo, cuando crezca, el placer carnal.

Los hombres mundanos se sienten muy felices cuando obtienen algún alimento, algún dinero y una mujer. ¡Si ellos pudiesen siquiera probar el néctar de la inmortalidad, cuán intensa sería la felicidad que sentirían!

El cuerpo es la morada de la miseria y la enfermedad. La riqueza cuesta mucho de adquirir y de conservar. La tristeza de cada nueva cosa a la que nos atamos. Las esposas o esposos son una fuente constante de inquietud. Pero, ¡he ahí!, la gente prefiere ese camino de sufrimiento al del gozo espiritual.

Ya has tenido suficiente de té y café, de soda y limonada, de padre, madre, hijos, hijas, hermanos, hermanas y parientes. Has tenido incontables padres y madres, esposas e hijos en el pasado. Viniste solo y solo te irás. Nada te seguirá excepto tus propias acciones. Realiza a Dios. Todo sufrimiento tocará a su fin.

Aun rodeado de objetos placenteros o dolorosos que perturban tu equilibrio de mente, permanece inmóvil como una roca, aceptando todo con ecuanimidad. Sé siempre alegre. Sonríe. ¿Cómo puede una mente entristecida y apesadumbrada pensar en Dios? Trata de estar siempre feliz. La felicidad es tu naturaleza misma. A eso se le llama alegría. Ese espíritu alegre han de cultivarlo todos los aspirantes. 

Mantén tu mente en un estado moderado

Mantén tu mente en un estado moderado, o en el medio ideal. No la dejes correr hacia los excesos. Algunas personas mueren por la impresión producida por una depresión extrema, como también por una alegría extrema. No permitas que se produzca en tu mente una alegría excesiva. La mente tiende siempre a los extremos, ya sea a la depresión extrema o a la alegría extrema. Los extremos se tocan. Los extremos producen una reacción. La mente no puede permanecer calmada cuando experimenta una alegría excesiva. Haz que tu mente esté siempre alegre, pero calmada.

Este mundo es una mera apariencia. La mente y los sentidos te engañan a cada instante. Confundes el dolor con el placer. No existe una sola pizca de felicidad en este universo sensorial. 
Abandona toda idea y toda lucha egoísta por amasar riquezas. Avanza directamente hacia ese control remoto que hace moverse a estos juguetes de carne y hueso que son los cuerpos humanos, el cual sostiene este gran escenario, pero que está detrás de él. 

Sólo en Él (Atman, Dios, Consciencia) hallarás una felicidad duradera y una alegría eterna. Fúndete en Él practicando diariamente meditación y Japa nama.