Un joven aspirante dice: “A mí sólo me gusta Vedanta. No me gusta Bhakti ni
Karma Yoga. Son muy inferiores al Vedanta. Sólo Vedanta me hace avanzar. Sólo Vedanta
me inspira y eleva hacia las alturas magnánimas del Esplendor Divino y la
Gloria”.
Este tonto estudiante de Vedanta es como el paciente goloso que padece de
fiebre tifoidea con úlceras en los intestinos y que quiere comer y dice, “Me
gustan los dulces. Quiero comerlos ahora”. ¿Cuál será el resultado de comer
rasgullas y laddus en ese estado? Los intestinos se perforarán y morirá de
hemorragia intestinal inmediatamente.
Ese estudiante se asemeja también al paciente que selecciona él mismo un
medicamento del armario, arsénico u opio, y dice, “Sólo me gusta este
medicamento. Quiero degustarlo ahora”. ¿Qué sucederá si toma este medicamento
sin consultar al médico? Morirá envenenado con arsénico u opio. Él no conoce la
dosis del medicamento. En vez de tomar algunas gotas, puede que tome gran
cantidad y expire inmediatamente. Sólo el médico puede seleccionar el
medicamento correcto para el paciente.
No todos pueden convertirse en comisario, recaudador de un distrito o
gobernador sin poseer las calificaciones necesarias. ¿Puede alguien convertirse
en Licenciado o Doctor en Filosofía sin cursar para la matriculación, F. A.
(cierto grado intermedio) y la licenciatura?
Sólo el Guru puede seleccionar el tipo de Yoga apropiado y los libros
correctos para el aspirante. El Maestro conoce el grado de evolución del
estudiante y sólo él puede indicar el sendero correcto. Le pedirá que estudie
primero Atma-Bodha, Tattva-Bodha, Atma-Anatma-Viveka. Pero el estudiante terco
e inmaduro va a la biblioteca e inmediatamente busca estudiar los libros
avanzados, ¡Yoga-Vasishtha y Brahma-Sutras! En seis meses, se convierte en un
seudo-vedántico o vedántico de palabra, y entra en discusiones con los
aspirantes mayores.
Poco conocimiento es algo peligroso. Después de estudiar el Yoga-Vasishtha
y los Karikas del Mandukya Upanishad durante seis meses, el principiante dice:
“No hay mundo en los tres períodos de tiempo. Aham Brahma Asmi – Shivo’ham –
Shivah Kevalo’ham”. Se hincha de orgullo hueco, vanidad y falsedad, y camina
por las calles con su cabeza en alto. Nunca se postrará ante los Sannyasins y
Sadhus mayores sino que recitará muy a menudo la fórmula, “Shivo’ham,
Shivo’ham”.
Tales aspirantes son tremendos Asuras en esta tierra. Son una gran carga
para la tierra. Polucionan la atmósfera y crean disensiones y peleas en todas
partes, entrando en acalorados debates con devotos sinceros y Karma Yoguis.
Ellos no pueden progresar en el sendero espiritual.
Vedanta en manos de personas inexpertas y obstinadas, que carecen de pureza
y devoción, y que no han eliminado los defectos de sus corazones mediante el
servicio desinteresado hecho con Atma-Bhava y por medio de Kirtan y plegarias,
es peligroso. Es como una navaja afilada en manos de un niño. En vez de
expandir sus corazones, el estudio vedántico engorda su egoísmo. Ellos caen en
el profundo abismo de la ignorancia. No hay esperanza de elevarse para ellos,
ya que sus corazones están llenos de necedad, Tamas, obstinación, falso orgullo
vedántico, sentido de superioridad y falso Tushti (satisfacción).
¡Que esta tierra esté libre de tales impotentes y falsos vedánticos de
palabra! ¡Que este mundo abunde en verdaderos vedánticos como Dattatreya,
Yajñavalkya y Shankara!
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