Jesus dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” ~ (Mateo 18:2-4) |
¿Vivir desde la esencia o desde el ego?
Momento a
momento tenemos la opción de estar presentes y dirigir la atención hacia dentro
en nuestra esencia o seguir identificados con la mente viviendo las ilusiones
que el ego crea según su programación y sus experiencias pasadas.
¿Qué es lo que
queremos de verdad? ¿Vivir conscientes de nuestra esencia
o vivir identificados con el ego y sus reacciones automáticas y compulsivas?
¿Vivir en el aquí y ahora la paz y la dicha que se hallan en nuestro corazón o
seguir buscando los placeres y los logros efímeros que nuestro ego está acostumbrado a buscar y experimentar?
¿Qué vale más
para nosotros? ¿Las experiencias efímeras llenas de angustia, miedo,
impaciencia, irritabilidad, ira, decepción, estrés y frustración, o vivir en
armonía, equilibrio, paz, unidad, libertad y dicha incondicional?
Si decidimos
que nos interesa más la armonía y la paz, hay que preguntarnos: ¿Estoy
dispuesto a vivir según mi decisión? ¿Estoy dispuesto a cambiar mis hábitos y
mi manera de vivir? ¿Estoy dispuesto, pase lo que pase, a hacer lo mejor para
vivir presente en cada momento desidentificado de los impulsos y las costumbres del ego y enfocar mente y
atención en mi esencia?
¿Estoy
dispuesto a no ceder a las sugerencias del ego que quiere seguir viviendo como
solía vivir hasta ahora? ?Estoy dispuesto a practicar sincera y regularmente
para disolver los patrones egoístas que me impiden vivir en mi esencia y crean
tanto desequilibrio y sufrimiento? ¿Estoy dispuesto a dedicar cada día bastante
tiempo para meditar, indagar y conectarme con mis profundidades?
Tenemos que
decidir. El uno o el otro. No hay medias tintas en esto, o sea vivir un poco
desde el ego y un poco desde el corazón. El decidir y vivir con firmeza y determinación
lo que hemos decidido solo puede transformar nuestra vida realmente.
En realidad
viviendo desde el ego vivimos como muertos, como máquinas desequilibradas. No
hay nada que perder si dejamos de vivir desde el ego. Solo perderemos nuestras
imaginaciones, ilusiones, el desequilibrio y el sufrimiento. Pero claro, para
al ego esto parece fatal, al ego todo eso le parece como muerte. Y sí, el ego
para sobrevivir no quiere perder su sufrimiento.
Inseguridad y
miedo (deseo también) son innatos en el ego, por eso el ego lo quiere controlar
todo para sentir seguro y relajarse. Pero el ego no puede controlar ni el desconocido
ni la esencia la cual para el ego es algo desconocido y abstracto. Ya que el
ego no puede controlar ni el desconocido ni la esencia tiene miedo de vivir
desde la esencia; porque vivir desde la esencia es vivir momento a momento el
desconocido. Y esto produce al ego un gran temor. El temor de vivir el
desconocido momento a momento.
Sin embargo
esto es solo una ilusión del ego,. No hay nada que temer si vivimos desde la
esencia; al contrario viviendo desde el ego estamos en peligro. Porque el ego
es ciego, mecánico, lleno de muchas ilusiones e imaginaciones que crean desarmonía,
desequilibrio y sufrimiento. Además lo que nos da vida y nos sostiene vivos es
la esencia, no el ego. ¿Cómo podemos temer lo que nos da vida y confiar en lo
que nos separa de la vida? Aunque esto es tan absurdo, el hecho de que llevamos
identificados con el ego mucho tiempo nos hace sentir más seguros cuando nos
identificamos con el ego ya que esto lo sabemos o mejor dicho, creemos que lo
sabemos. El otro (vivir desde la
esencia) es algo desconocido y extraño por eso no confiamos en ello. ¿Qué paradójico,
no? Confiamos el ilusorio y tememos lo real. Pero eso es normal para el ego.
El momento en
que decidimos vivir desde la esencia, el ego pone en marcha su arma poderosa:
el miedo, para resistir a nuestro cambio y para anular nuestra decisión de
dejar identificarnos con el ego. Este miedo puede asumir varias formas y expresiones
pero su fin es hacernos dejar nuestra decisión de vivir conscientes y libres.
Sé valiente.
Sé fuerte. Toma coraje una y otra vez.
Toda perfección y cada virtud divina están
ocultos dentro de tí -revélalos al mundo.
La sabiduría, también, ya está dentro de ti
–déjala brillar.
Deja que la gracia del Señor te libere.
Deja que tu vida sea como la de una rosa –que en el
silencio, habla la lengua de los aromas.
~ Haidakhan Babaji