sábado, 16 de abril de 2016

LOS OBSTÁCULOS EN LA MEDITACIÓN ~ Atman Nityananda



LOS OBSTÁCULOS EN LA MEDITACIÓN

La meditación y el Samadhi son los dos últimos y más elevados pasos en el proceso espiritual. Hacemos meditación para superar la sensación de separación, inquietud, descontento, ansiedad, angustia e insatisfacción creados por el ego, y realizar la plenitud, la paz y la dicha de nuestra esencia o Ser verdadero (Atman).

Según las enseñanzas de los grandes maestros y los textos sagrados, para descubrir y realizar nuestra naturaleza verdadera tenemos que dirigir la atención a nuestro interior. Los maestros, para ayudarnos conseguir esto nos han dado varias maneras de meditar y de enfocar la mente en el silencio interior. Pero, por hábito y por el poder del deseo el ego tiene una gran capacidad de dominar nuestra mente y dirigir la atención al mundo exterior.

Nosotros queremos dirigir la atención hacia dentro a la fuente de nuestra existencia que es consciencia pura, paz y bienaventuranza eterna y el ego quiere dirigirla al exterior y así nos impide concentrar y meditar profundamente. Queremos dirigir la mente y la atención en el silencio interior hacia nuestra esencia, pero el ego quiere seguir disfrutar de los objetos sensoriales  por eso dirige la atención hacia fuera a través de los sentidos.

Por eso hace falta una Sadhana rigurosa y regular para purificar la mente de las tendencias egoístas,  y de los gunas Rajas y Tamas. Todas las prácticas espirituales tienen como objetivo preparar nuestra mente para ser capaz de meditar y en este proceso hay muchos obstáculos que tenemos que superar para desarrollar la capacidad de meditar profundamente.

Os presento aquí una lista de los varios obstáculos en relación con la meditación:


·       Todas las tendencias egoístas mentales y emocionales

·       Los gunas Rajas y Tamas predominantes en la mente

·       Falta de conocimiento sobre la  práctica de meditación o conocimiento erróneo

·       Cuerpo Inquieto, no preparado

·       El miedo

·       La pereza,

·       Incoherencia, negligencia

·       Voluntad débil

·       Vida indisciplinada, irregular

·       La extroversión habitual de la mente debido a la predominación del Rajas guna.

·       La agitación y distracción habitual de la mente debido a los deseos, preocupaciones, ansiedad, ira y miedo y al Rajas guna.

·       Inquietud, preocupaciones mentales emocionales. Emociones fuertes o frustración emocional

·       La somnolencia (no poder permanecer alerta y vigilantes) debido a la predominación del Tamas guna.

·       Planes y calculaciones (Manoraya)

·       El cansado debido al trabajo exigente mental o físico.

·       Energía baja

·       Hablar mucho, discutir mucho

·       El desequilibrio del Vatadosha (esto causa movimiento incesante de la mente, impaciencia, agitación mental, no podemos controlar la mente).

·       El uso exagerado de los sentidos. Muchos estimulos sensoriales

·       Comida (inapropiada comida –tamásica/rajásica/gran cantidad) o mala digestión.

·       Mala salud o enfermedad.

·       Carencia de motivación e interés debido a no tener resultados concretos (no experiencia de paz y serenidad).

·       Resistencia de la mente egoísta que puede tomar la forma de: Aburrimiento, disgusto, malestar, desánimo, demora (usando justificaciones como, primero tengo que hacer mis deberes, esto o aquello, empezaré cuando tenga más tiempo libre, estoy cansado, las condiciones no son favorables etc...), debilidad (no puedo meditar, no sé meditar, no soy capaz, meditación no es para mí etc.).

El impulso adictivo del ego o mente egoísta de desear conseguir o lograr algo (en este caso la concentración y la meditación) nos impulsa a esforzar, a tener expectaciones y a estar impacientes. Estos cuatros aspectos: el quiero conseguir, el esfuerzo, la impaciencia y las expectativas que son formas o expresiones del mecanismo del ego-deseo, provocan una tensión mental que nos impide relajar y mantienen la atención identificada con el cuerpo y el yo o ego. Así no podemos entrar en el silencio interior ya que la atención permanece en la superficie, identificada con el ego y el cuerpo. La impaciencia y el esfuerzo hacen que el ego vibre y esta vibración como una niebla cubre el silencio interior.

Si soltamos todo quiero/deseo conseguir algo, todo esfuerzo y toda expectativa entonces sin querer nos encontraremos en el estado meditativo.

Cada uno tiene que identificar uno por uno los varios obstáculos que le impiden meditar y encontrar métodos, técnicas y pautas adecuadas para superar estos obstáculos. Cada vez que superamos un obstáculo podemos calmar y concentrar la mente  más fácil y así gradualmente podemos disfrutar la paz y la dicha que siempre están presentes en nosotros por detrás de las olas mentales y emocionales.

  Paz, luz y amor