LOS OBSTÁCULOS EN LA MEDITACIÓN
La meditación y el Samadhi son los dos últimos y más elevados pasos en el proceso espiritual.
Hacemos meditación para superar la sensación de separación, inquietud,
descontento, ansiedad, angustia e insatisfacción creados por el ego, y realizar
la plenitud, la paz y la dicha de nuestra esencia o Ser verdadero (Atman).
Según las
enseñanzas de los grandes maestros y los textos sagrados, para descubrir y
realizar nuestra naturaleza verdadera tenemos que dirigir la atención a nuestro
interior. Los maestros, para ayudarnos conseguir esto nos han dado varias
maneras de meditar y de enfocar la mente en el silencio interior. Pero, por hábito
y por el poder del deseo el ego tiene una gran capacidad de dominar nuestra
mente y dirigir la atención al mundo exterior.
Nosotros
queremos dirigir la atención hacia dentro a la fuente de nuestra existencia que
es consciencia pura, paz y bienaventuranza eterna y el ego quiere dirigirla al
exterior y así nos impide concentrar y meditar profundamente. Queremos dirigir
la mente y la atención en el silencio interior hacia nuestra esencia, pero el
ego quiere seguir disfrutar de los objetos sensoriales por eso dirige la atención hacia fuera a
través de los sentidos.
Por eso hace
falta una Sadhana rigurosa y regular para purificar la mente de las tendencias egoístas, y de los gunas Rajas y Tamas. Todas las
prácticas espirituales tienen como objetivo preparar nuestra mente para ser
capaz de meditar y en este proceso hay muchos obstáculos que tenemos que superar
para desarrollar la capacidad de meditar profundamente.
Os presento
aquí una lista de los varios obstáculos en relación con la meditación:
· Todas las tendencias egoístas mentales y
emocionales
· Los gunas Rajas y Tamas predominantes en
la mente
· Falta de conocimiento sobre la práctica de meditación o conocimiento erróneo
· Cuerpo Inquieto, no preparado
· El miedo
· La pereza,
· Incoherencia, negligencia
· Voluntad débil
· Vida indisciplinada, irregular
· La extroversión habitual de la mente
debido a la predominación del Rajas guna.
· La agitación y distracción habitual de
la mente debido a los deseos, preocupaciones, ansiedad, ira y miedo y al Rajas
guna.
· Inquietud, preocupaciones mentales
emocionales. Emociones fuertes o frustración emocional
· La somnolencia (no poder permanecer
alerta y vigilantes) debido a la predominación del Tamas guna.
· Planes y calculaciones (Manoraya)
· El
cansado debido al trabajo exigente mental o físico.
· Energía baja
· Hablar mucho, discutir mucho
· El desequilibrio del Vatadosha (esto
causa movimiento incesante de la mente, impaciencia, agitación mental, no
podemos controlar la mente).
· El uso exagerado de los sentidos. Muchos
estimulos sensoriales
· Comida (inapropiada comida
–tamásica/rajásica/gran cantidad) o mala digestión.
· Mala salud o enfermedad.
· Carencia de motivación e interés debido
a no tener resultados concretos (no experiencia de paz y serenidad).
· Resistencia de la mente egoísta que
puede tomar la forma de: Aburrimiento, disgusto, malestar, desánimo, demora
(usando justificaciones como, primero tengo que hacer mis deberes, esto o
aquello, empezaré cuando tenga más tiempo libre, estoy cansado, las condiciones
no son favorables etc...), debilidad (no puedo meditar, no sé meditar, no soy
capaz, meditación no es para mí etc.).
El impulso
adictivo del ego o mente egoísta de desear conseguir o lograr algo (en este
caso la concentración y la meditación) nos impulsa a esforzar, a tener
expectaciones y a estar impacientes. Estos cuatros aspectos: el quiero conseguir, el esfuerzo, la
impaciencia y las expectativas que son formas o expresiones del mecanismo del
ego-deseo, provocan una tensión mental que nos impide relajar y mantienen la
atención identificada con el cuerpo y el yo o ego. Así no podemos entrar en el
silencio interior ya que la atención permanece en la superficie, identificada
con el ego y el cuerpo. La impaciencia y el esfuerzo hacen que el ego vibre y
esta vibración como una niebla cubre el silencio interior.
Si soltamos
todo quiero/deseo conseguir algo,
todo esfuerzo y toda expectativa entonces sin querer nos encontraremos en el
estado meditativo.
Cada uno tiene
que identificar uno por uno los varios obstáculos que le impiden meditar y
encontrar métodos, técnicas y pautas adecuadas para superar estos
obstáculos. Cada vez que superamos un obstáculo podemos calmar y concentrar la
mente más fácil y así gradualmente
podemos disfrutar la paz y la dicha que siempre están
presentes en nosotros por detrás de las olas mentales y emocionales.
Paz, luz y amor