Enseñanza 52 – La ilusión es eso que no es
De una
enseñanza sobre el Yogavasishtha
por Shri
Sadguru Siddharameshwar Maharaj
Si
decís que maya no existe, ella parece
estar ahí enfrente de vosotros; y si decís que existe, no es verdadera. Maya no es ni el Brahman, ni es distintivamente aparte del Brahman. Maya no es ni
verdadera, ni no-verdadera. La palabra maya
significa literalmente «eso que no es» (ma-no,
ya-eso). La palabra «no» indica
siempre la ausencia de la Verdad. Maya no
es verdadera, y por consiguiente es indescriptible. Un objeto indescriptible es
solo una apariencia pasajera. Maya es
ilusoria por naturaleza. Todos los objetos en ella son fantasmales. Existen
solo en vuestra imaginación. Los objetos que cambian a cada instante son
ilusorios. Eso que es verdadero, no puede volverse nunca falso; y eso que es
falso, no puede devenir nunca verdadero. Los objetos indescriptibles son
ilusorios, los objetos ilusorios son perecederos y los objetos perecederos
están sujetos al cambio.
Estos
objetos perceptibles son todos similares al engaño del «hombre del saco». Ellos
son la causa de alegrías y aflicciones. Son efímeros. Maya aparece cuando nosotros no somos conscientes de ella (como maya), y al conocerla, es destruida. Sin
meditar sobre maya, ella no puede ser
destruida nunca. Esto se debe a que nosotros nos enorgullecemos neciamente de
nuestro cuerpo, sin reconocer nuestro verdadero Sí mismo. Maya ni siquiera requiere el concurso de los pensamientos para
aparecer ante nosotros. Ella ha comenzado a aparecer debido solo a que nosotros
hemos asumido que ella «es».
No
solo maya no es verdadera, sino que
ni siquiera merece la pena meditar en ella con la finalidad de probar que no es
verdadera. Nosotros tenemos que «pensar», debido a que constantemente hemos
asumido que ella está presente. Por consiguiente, ayudaos de vuestro pensamiento
para destruirla. La ilusión es llamada la corriente de cinco chorros. Ella vela
a la consciencia individual (jiva), y
envuelve el Sí mismo con su corriente de cinco chorros. Algunos la llaman «las
cinco aflicciones». La corriente de cinco chorros es ignorancia, egotismo, ira,
odio y codicia (deseo insaciable), y es solo el sentimiento de nuestra
consciencia interna.
La
ignorancia es amnesia. Es estar olvidado de la «Verdadera Naturaleza» (Swarupa) de uno. Es la condición en la
que nosotros olvidamos nuestro Sí mismo, y nos concentramos en otra parte. Es
el engaño lo que le hace a uno olvidar el Sí mismo, nuestra propia existencia.
Uno olvida el Sí mismo debido a esta ignorancia, y sin embargo todo el tiempo
permanece solo ese Sí mismo.
El
orgullo representa un sentimiento contrario, lo opuesto a lo que es realmente.
Es cuando algo es interpretado como completamente diferente de lo que es realmente.
Está fuera de este sentimiento el que uno pueda hacer algo tan extraño como llamar
a una silla, burro. Es la condición de la mente en la que uno no reconoce nunca
eso que «Es» verdaderamente. Es cuando algo existe en una forma pero se asume
que es en otra. La idea «yo soy el cuerpo» es ella misma orgullo. Se debe a este
sentimiento el que uno se olvide del verdadero «Sí mismo», y esté poseído por
la consciencia corporal. Se debe a esto el que nosotros nos identifiquemos con
el cuerpo. Se debe a esto la creencia de que nosotros somos el cuerpo.
30/09/1933