sábado, 31 de mayo de 2014

Enseñanza 46 – El pensamiento correcto trae la Liberación - Shri Sadguru Siddharameshwar Maharaj

Shri Sadguru Siddharameshwar Maharaj
Enseñanza 46 – El pensamiento correcto trae la Liberación
De una enseñanza sobre el Eknathi Bhagwat del santo Eknath

extracto del libro  AMRUT LAYAVOLUMEN II
por Shri Sadguru Siddharameshwar Maharaj

¿Cuánto tiempo lleva obtener la Liberación cuando uno está en la compañía de los santos? Las gentes no saben lo que es la Liberación, y sin embargo quieren obtenerla. «Liberación» significa devenir libre, y «esclavitud» significa ser esclavo. Es un estado de esclavitud. El concepto «yo soy el cuerpo» o «yo soy el individuo (jiva)» le mantiene a uno expresamente en la esclavitud. El Sí mismo es semejante al cielo sin límites; sin embargo, cuando está restringido por la identificación con el cuerpo, asume el papel del individuo y en el proceso atrae sobre sí mismo muchas limitaciones.

Solo con el «pensamiento correcto» puede uno obtener la Liberación; de otro modo, uno continúa permaneciendo en la esclavitud. Solo el que piensa, prueba ser un ser humano; todo el resto no son más que bestias. Escuchando enseñanzas religiosas a menudo y contemplándolas continuamente, uno cultiva la idea «yo no soy el cuerpo, yo soy el Sí mismo». Este batido constante de la enseñanza mientras se come, se trabaja, y en general mientras se llevan a cabo las rutinas diarias, culmina en el establecimiento en el Sí mismo. Esto mismo es «samadhi espontáneo».

Una vez que volvéis a casa en un caballo alquilado, ¿os preocupáis alguna vez de investigar su paradero u os paráis siquiera a pensar en él? Tratad al cuerpo de una manera similar. Ya sea que el cuerpo viva o muera, es en el Supremo Sí mismo donde uno debe estar firmemente establecido. Lo mismo que una esposa joven que abandona la casa de sus padres y se establece para gozar una vida de felicidad marital, así también el individuo (jiva) se convierte en Dios (Shiva) y se absorbe en su «Auto-naturaleza» (atmaSwarupa). El mundo solo puede proporcionar los goces y las aflicciones del conocimiento y los deseos mundanos.

El «estado turya» (el cuarto cuerpo) se realiza cuando se abandona el orgullo. Lo mismo que uno no se inquieta por los ratones que pueden vivir en su casa, y no piensa constantemente en lo que hacen o en lo que comen, así también un sabio no se inquieta por su cuerpo. Aquellos que se funden completamente con el Maestro son verdaderamente grandes. El que sabe que él no es el cuerpo sino el Sí mismo, es un jñani, lleno de conocimiento. No hay diferencia entre un niño y un yogui, excepto por el hecho de que el yogui posee conocimiento y el niño no.



De una enseñanza sobre el Yogavasishtha

En un río las aguas fluyen constantemente, y su lugar es ocupado por agua nueva, pero cada vez que nosotros miramos al río, sentimos que es la misma agua que ha sido vista antes. De la misma manera, día tras día el mundo también cambia continuamente. Las cosas viejas son destruidas y reemplazadas por cosas nuevas, pero nosotros sentimos que son las mismas que fueron vistas anteriormente. Esto se debe a que no «pensamos» nunca. Cada vez que vemos el mundo, lo vemos solo como aparece en ese punto particular en el tiempo, pero parece ser igual que era antes. Solo mediante el pensamiento correcto, llegaréis a saber que el mundo no es más que una representación del Brahman; en otro caso, todo lo que se ve, es ilusión (maya). Existir como una mera imagen de carne y sangre (el cuerpo), y estar vinculado a alguien como su padre, hijo, madre, etc., es en verdad vergonzoso, ya que todos estos son solo conceptos erróneos. Sin embargo, nadie se siente avergonzado de reclamar la posesión de un cuerpo tal, que solo está lleno de suciedad.

La originación de la ilusión trae infinitas aflicciones, y su destrucción trae una dicha indecible. La ilusión ayuda al mundo a continuar, ya que oculta al Sí mismo. ¿Cómo puede ser destruida? Lo mismo que uno que está gordo y enorme es seguro que morirá pronto, así también es con la ilusión. Aunque es enorme, es destruida fácilmente por el «pensamiento correcto». Esto se debe a que es solo el pensamiento erróneo lo que la ha traído a la existencia.

El «conocimiento exacto» le ayuda a uno a reconocer y a pensar sobre lo que existe verdaderamente. Si veis con conocimiento exacto, no veréis el universo. En el momento en que estéis armados con el conocimiento exacto, presenciaréis que el universo es destruido. Con la ayuda del conocimiento exacto, la ilusión es eliminada y se obtiene el Sí mismo. De la misma manera que el combustible hace que un fuego arda vigorosamente, así también el «pensamiento erróneo» da origen a la ilusión. La repetición de mantras, los rituales, etc., solo sirven para alimentar la ilusión. El engaño no puede ser eliminado sin el «pensamiento correcto». No hay nada en un sueño que pueda probar que un sueño no es verdadero. El sueño solo deviene no verdadero cuando os despertáis. La ilusión puede ser destruida solo por la visión correcta, y después por la comprensión. Todos los demás métodos emprendidos son inútiles. Lo mismo que el engaño que convierte una cuerda en una serpiente es destruido por la visión correcta, así también el mundo ilusorio es destruido por la comprensión.

Las alegrías y las penas de este mundo no dependen de los objetos materiales, dependen de los pensamientos de uno. Todos los objetos están sujetos constantemente a innumerables cambios y, por consiguiente, no son verdaderos, mientras que lo que es verdadero no cambia ni es destruido nunca. Lo verdadero no es afectado por el pasado, ni por el presente ni por el futuro, mientras que la ilusión puede ser destruida por el pensamiento y con ello prueba que no es verdadera.

El Brahman es evidente y cierto. Brilla siempre. Es eterno. Es infinito. Esto no es así con la ilusión, pues el conocimiento exacto puede destruir la ilusión y en el mismo instante revelar al Brahman. La ilusión no es verdadera; sin embargo, parece existir y por consiguiente uno vacila en desecharla al momento. Su naturaleza es como la de un sueño y no puede ser descrita fácilmente con palabras.

En el habla, nosotros usamos palabras para decirnos si una cosa «es» o «no es», diciendo que algo es «verdadero» o «no verdadero». ¿Pero qué puede decirse sobre la ilusión? La ilusión es eso que no estaba desde el comienzo, eso que nunca llega a ser y eso que no es verdadero. Sin embargo, se ve, lo mismo que se ve un espejismo. En este mundo, un objeto no puede ser y no ser simultáneamente, o en otras palabras, no puede ser verdadero y al mismo tiempo no-verdadero. La Verdad no puede ser nunca no-verdadera; sin embargo, la ilusión es extrañamente única, pues no puede ser ni verdadera ni completamente desechada como no-verdadera, aunque por naturaleza es no-verdadera. La ilusión es indescriptible, aunque tampoco necesitáis tratar de describirla. Su naturaleza es como un sueño. En el momento en que decís que un sueño no es verdadero, se desvanece. Sin embargo, continúa apareciendo.

26/09/1933

 Paz, Luz y Amor