miércoles, 4 de mayo de 2016

LA NATURALEZA DE LA MENTE / SEDA DIVINA ~ Swami Sivananda

LA MENTE

Aquello que te separa de Dios es la mente. El muro que se alza entre tú y Dios es la mente. 

La mente no es una cosa gruesa, visible y tangible. Su existencia no puede verse en ningún sitio. Su magnitud no puede medirse. No requiere un espacio para existir. 

La mente está formada de materia sutil de diversos grados de densidad y con distintos tipos de vibración. El cuerpo mental varía mucho en las distintas personas. Se compone de materia gruesa y fina, según las necesidades de la conciencia más o menos evolucionada con la que esté conectado. En la persona educada, es activo y bien definido; en la no desarrollada, está ensombrecido y mal definido.

Aspectos funcionales de la mente

Manas (mente sensorial, emocional, pensante), Buddhi (Intelecto), Chitta (subconsciente) y Ahankara (ego o egoism) son sólo aspectos funcionales de la mente.

1. Cuando la mente funciona como voluntad-pensamiento (Sankalpa-vikalpa) y duda, se la llama manas (mente);
2. cuando discierne y decide, es Buddhi (intelecto);
3. cuando es arrogante, Ahankara (ego o egoismo);
4. cuando es el almacenamiento de los Samskaras (impresiones) y el asiento de la memoria, es Chitta (subconsciente), como también cuando hace Dharana (concentración) y Anusándhana (indagación). 

El manas (mente), el Buddhi (inelecto) y el Chitta (subconsciente), se hallan en el Linga Sarira,(cuerpo astral), aunque operan a través de sus centros correspondientes en el cerebro físico. El cerebro no es la mente, como creen los occidentales. La mente tiene su asiento en el cerebro físico. Gana las experiencias de este universo físico por medio de las vibraciones del cerebro.  

La mente, a pesar de impregnar todo el cuerpo, tiene tres lugares en los que reside durante los tres estados.
~ El asiento de la mente durante el sueño profundo es el corazón. 
~ Durante el ensueño, es el cuello.
~ En el estado de vigilia, lo es el Aña Chakra.

Observa lo que haces cuando piensas profundamente. Sostienes tu barbilla con el dedo, tuerces el cuello hacia la derecha, vuelves tu mirada hacia el entrecejo y. entonces, empiezas a pensar seriamente en el problema que te ocupa.

 El hábito de divagar de la mente

La mayoría de las personas han dejado a su mente que corra salvaje y que siga su propia voluntad dulce y su deseo. Por eso siempre cambia y divaga. Salta de un objeto a otro. Es débil. Desea variar. La monotonía la disgusta. Es como un niño consentido al que sus padres permiten demasiada indulgencia, o como un animal poco domesticado. Las mentes de muchos de nosotros son como una casa de fieras en la que cada una sigue las inclinaciones de su propia naturaleza y va por su lado.

El control de la mente es algo desconocido por la mayoría de las personas. Este hábito de divagar de la mente se manifiesta de diversos modos. Un padre de familia vaga por el cine, el teatro, el circo, etc. La mente de un Saddhu (ascético religiosa) vaga por Varanasi, Vrindávana y Nasik. Muchos Saddhus no se quedan en un solo lugar durante su Sádhana. 

El hábito de divagar de la mente debe ser controlado, volviendo a ésta constante y casta por medio de Vichara (auto-indagación). La mente debe ser entrenada a permanecer en un mismo lugar por cinco años durante tu vida meditativa, a un mismo método de Sádhana, a un mismo camino del Yoga, a un mismo objetivo espiritual y a un mismo guía. 

Cuando cojas un libro para estudiar, debes concluirlo antes de coger otro. Cuando tomes cualquier trabajo, debes dedicar toda tu atención a él y concluirlo antes de entregarte a otro. «Sólo una cosa a la vez y bien hecha, es una buena regla que muchos admiten.» Ésa es la manera de actuar del Yogui y es una regla muy buena para alcanzar el éxito en la vida. No permitas a la mente divagar de aquí para allá como el perro que vagabundea por las calles. Tenla siempre bajo control. Sólo entonces podrás ser feliz. 

   El control de la mente es la única puerta hacia la Libertad (Moksha)

La libertad es el resultado de la desesclavización de la mente. Quien ha conquistado su propia mente es un verdadero potentado y un Maharaya. El hombre más rico es quien ha conquistado sus propios deseos, pasiones y mente. Si la mente está bajo control, importa poco si te encuentras en un palacio o en una cueva en los Himalayas, que te dediques a una intensa actividad mundana o te sientes en silencio.

La mente puede ser controlada por medio de una perseverancia incansable y de una paciencia igual a la de quien se dedicase a vaciar el océano, gota a gota, con una hoja de hierba. Amaestrar a un león o a un tigre es mucho más fácil que amaestrar la propia mente.

La mente es sólo tu herramienta o instrumento. Debes, por tanto, saber cómo manejarla adecuadamente. Cuando las emociones, humores y sentimientos surgen en la mente, estudia su naturaleza, disecciónalos, y  analízalos. No te identifiques con ellos. El verdadero «Yo» (el Ser o Atman que es Consciencia pura), es por entero distinto de ellos. Es el Testigo Silencioso. Controla tus impulsos, emociones y humores, y elévate del estado de esclavo al de un rey espiritual que puede gobernar sobre ellos con fortaleza y poder. 

Tú eres, en realidad, el Atman eterno que todo lo impregna. Tú eres la misma consciencia pura. La mente es un mero pordiosero que obtiene prestadas su luz y su inteligencia del gobernador interno, del Atman autoefulgente, igual que la barra de hierro se apropia del calor y el resplandor del fuego. 

La mente no es inteligente, aunque aparenta serio al obtener prestada su luz de Brahman, igual que el agua expuesta al sol se apropia del calor de éste. Libérate, por tanto, de la tiranía de la mente que te ha oprimido durante tanto tiempo, que te ha dominado y te ha explotado hasta ahora. Hiérguete intrépidamente como un león. Afirma la magnanimidad de tu verdadero SER y sé libre.

Medita en estas verdades

Soy el Ser Inmortal omnipresente OM OM OM 

Soy el Alma sin muerte ni enfermedad OM OM OM 

Soy la Conciencia pura y absoluta OM OM OM 

Soy distinto del cuerpo y de la mente OM OM OM 

Soy el Testigo de los tres estados OM OM OM 

Soy independiente del cuerpo y de la mente OM OM OM 

Mi voluntad es pura, irresistible y dinámica OM OM OM 

Soy el maestro de mi mente OM OM OM 

Soy el maestro de mi destino OM OM OM 

Mi mente y mi cuerpo son mis instrumentos OM OM OM 

Soy Existencia, Conocimiento y Beatitud Absoluta OM OM OM

Medita en las verdades mencionadas arriba. Tú eres Divino. Vive a la altura de ello. Te sentirás totalmente refrescado, renovado, vivificado y sabrás que eres el Centro de Todo-Poder y Todo-Conocimiento cuando experimentes: “YO SOY EL SER INMORTAL”. Date la mano con el arbusto, el helecho y las ramitas. Desarrolla amistad con todos tus vecinos, perros, gatos, vacas y árboles; es decir, con toda la creación de la naturaleza. Vuélvete uno con el Espíritu del Universo entero y afirma: “YO SOY LA CONCIENCIA OMNIPRESENTE”. Ten un nuevo ángulo de visión. Puedes cambiar el destino, hacer milagros y maravillas. ¡Afírmalo! ¡Reconócelo! Vuélvete un Yogui y experimenta el Esplendor inefable de tu Verdadera Naturaleza.

Paz, Luz y Amor