lunes, 16 de mayo de 2016

LA IRA Parte II / Senda Divina ~ Swami Sivananda


 LA IRA Parte II
 En cierta ocasión, un bengalí llamó embustero a un sikh junto al que cruzaba el Ganges en una barca. El sikh Se puso tan furioso que agarró al bengalí y le arrojó al río, en cuyas aguas se ahogó. ¡Cuán débil era el sikh mentalmente, a pesar de ser tan fuerte físicamente! Un pequeño sonido, una sola palabra, pudo enfadarle de tal modo como para sacarle de sus casillas en un instante, convirtiéndole en esclavo de la ira.

La ira hace de todo el mundo su esclavo y su víctima. Rompe la amistad incluso entre los más íntimos amigos. Induce a las esposas a pelearse con sus maridos. Excita a todos y mantiene su predominio sobre casi todo el mundo, incluso sobre los Devatas o dioses.

La ira destruye la razón y empuja al hombre a hacer cosas inimaginables. Una persona irascible puede llegar incluso a matar al hombre más venerable y difamar al más justo con expresiones rudas. Un hombre irascible no puede decidir entre lo que debe decir y lo que nunca debería proferir. No hay pecado que no pueda cometer. Bajo la influencia de la ira, el hombre abusa, insulta e incluso asesina a su padre, hermano, esposa, Guru o maestro, o al rey, para luego arrepentirse.

La ira es muy poderosa. Puede destruir todo tipo de Tapas, o austeridad. Sometió a Durvasa y conquistó a Yañavalkya. Es enemiga de la paz y del conocimiento. Vuelve al Viva, o alma individual, insensible. Le empuja a hacer cuanto va contra el deber (Adharmas). Le ciega por completo, convirtiéndole en su esclavo.

Un signo de debilidad

La ira es una emoción fuerte, producida por un daño real o imaginario, que implica un deseo de venganza. La ira surge a partir de la idea de haber sido víctima del mal.

La ira reside en el cuerpo astral, pero rezuma por todo el cuerpo físico, de igual modo que el agua rezuma a través de los poros hacia la superficie externa de un botijo. La sangre hierve. Los ojos se congestionan. Se genera un gran calor en el cuerpo. Los miembros se estremecen, los labios tiemblan, los puños se aprietan y la persona en cuestión tartamudea y balbucea palabras con gran furia.

El fuego que enciendes contra tu enemigo acaba por quemarte a ti mismo. La ira actúa como un bumerán, dañando a la misma persona que se pone furiosa. Regresa siempre a la persona irascible, dañándola a ella misma.

La ira es un signo de debilidad mental. Siempre comienza a partir de cualquier tontería o debilidad, acabando en el arrepentimiento y el remordimiento. Si controlas la ira, tendrás una reserva ilimitada de energía. Cuando se controla la ira, ésta se transmuta en una fuerza espiritual que puede mover al mundo entero.

Cómo se produce la ira


Arjuna preguntó a Sri Krishna: “Pero ¿qué es lo que empuja al hombre a cometer el pecado, oh Krishna, sacándole de si a pesar suyo como por la fuerza?” 
El  Señor le respondió: «Es el deseo. Es la cólera que surge de la pasión. El deseo es nuestro enemigo, como un monstruo de avaricia y pecado.»

La causa del pecado, o de la acción equivocada, en este mundo es el deseo. La ira no es más que una modificación o una forma de deseo. La ira es el deseo mismo.

Primero piensas en los objetos de los sentidos. Surge luego el apego por estos objetos. Del apego nace el deseo. Cuando se origina un deseo, éste genera
acción (Rajas) y urge al hombre a buscar el objeto de su deseo. Pero cuando el deseo no se ve gratificado, o cuando alguien se interpone en el camino hacia su consecución, el hombre se vuelve furioso. El deseo se transforma entonces en ira. de igual modo que la leche se transforma en cuajada.

La raíz de la ira es la ignorancia y el egoísmo. La ira se origina cuando uno se siente insultado, abusado, criticado, o cuando se indican los propios defectos. La ira se produce cuando alguien se interpone en el camino hacia la gratificación de nuestro deseo. La ira se manifiesta al sobreestimar la opinión propia, al desear ser reverenciado, o al imaginar que uno es superior o más sabio que los demás.

La ira surge en quien piensa a menudo en su enemigo. Incluso si has olvidado el sentimiento de disgusto, éste acecha aun en tu mente adormecida. El efecto seguirá allí durante un tiempo. Si renuevas varias veces el mismo tipo de pensamiento de celos, envidia u odio hacia la misma persona, su efecto durará más tiempo. La repetición de un sentimiento irascible intensifica el odio. Un mero sentimiento negativo desarrolla una intensa maldad por la repetición de la ira.

La causa principal de la irritabilidad y la ira es una excesiva pérdida de semen. Un hombre apasionado es más irascible que otros. Un hombre que desperdicia su energía seminal se irrita en seguida incluso por cosas triviales. Sin embargo, un Brahmachari, o célibe, que preserva su Viria, o energía vital, conserva siempre una mente equilibrada. Su mente se mantiene fría en todo momento.

La pasión es la raíz y la ira el tallo. Tendrás que destruir primero la raíz, o la pasión. Sólo entonces el tallo, o la ira, morirá por si solo.
 
  Formas de ira

La irritación, la rabieta, el resentimiento, la indignación, la rabia, la furia, la cólera, son todas ellas variedades de la ira, clasificadas según su grado de intensidad.
La ira es un sentimiento repentino de disgusto. Es mordaz, repentino y breve. El resentimiento es persistente. Es una ira continua, un cavilar amargo acerca de los propios ultrajes. La cólera es un sentimiento exaltado de ira. La rabia le lleva a uno más allá de los límites de la prudencia o la discreción. La furia es más fuerte aún y le arrastra a uno hacia una violencia descontrolada.

La irritabilidad es una forma suave o sutil de ira. Todavía más sutil es el disgusto, que consiste en una mezcla de orgullo e ira. Cuando te sientes irritado, con una palabra mordaz o un gruñido te deshaces de lo que te estorba. Todas éstas son distintas formas de ira.

La ira y la indignación justificada

La ira es personal y, generalmente, egoísta. Surge debido a algún mal infringido a uno, ya sea real o imaginario. La indignación es un disgusto impersonal e inegoísta hacia actos indignos. La indignación pura no va seguida de remordimiento, ni necesita de arrepentimiento. Hay en ella, además, más autocontrol que en la ira. Ésta es comúnmente un pecado, mientras que la indignación es, a menudo, un deber. Hablamos, por supuesto, de una indignación justificada.

Si una persona, por ejemplo, quiere corregir a otra y manifiesta una ligera ira desinteresadamente, como una fuerza para corregirle y mejorarle, entonces se la llama «indignación justificada» o «ira espiritual». Supongamos que un hombre molesta a una mujer, intentando ultrajarla, y alguien próximo a ella sale en su defensa, increpando al criminal. A esto se llama indignación justificada o rabia noble. Esto no es malo. Sólo cuando la ira es producto de la avaricia o de motivaciones egoístas es negativa. A veces, un instructor religioso tiene que manifestar algo de ira externamente para corregir a sus discípulos. Esto no es malo, pues tiene que hacerlo. Pero debe permanecer frío en su interior, a la vez que acalorado e impetuoso externamente. No debe permitir que la ira arraigue profundamente en su Antahkarana
(el instrumento interno que es cuádruple y está compuesto por Manas (mente), Buddhi (intelecto), Ahamkara (ego) y Chitta (mente subconsciente), por mucho tiempo. Debe pasar rápidamente al momento siguiente, igual que una ola se desvanece en el mar.

La ira de un hombre bueno dura un segundo; la de un hombre medio, tres horas; la de un hombre bajo, un día y una noche, y la de un gran pecador, hasta su muerte. 

 OJO!: Ten cuidado porque el ego siémpre quiere engañarte.  Auto-justificación es una de las tendencias egoístas más poderossas.  Entonces cuando se manifiesta la ira en tí no la justificas pensando que es la ira por indignación justificada, que se refiere aquí Swami Sivananda. Sinceridad es imprescindible si queremos descubrir y eliminar las tendencias egoístas.  ~ Atman Nityananda

Efectos negativos de la ira 
La ira estropea el cerebro, el sistema nervioso y la sangre. Cuando una ola de ira surge en la mente, el Prana comienza a vibrar rápidamente. Te sientes agitado y excitado. La sangre se vuelve caliente y muchos ingredientes venenosos se forman en ella. Cuando la sangre se agita, el semen también es afectado. Incluso tres minutos de un temperamento acalorado y violento pueden producir efectos tan perjudiciales en el sistema nervioso, que tomará semanas o meses reparar el daño causado. A la luz de la moderna psicología, el reumatismo, las enfermedades del corazón y nerviosas se deben a la ira.

En cierta ocasión, un niño mamaba del pecho de su madre, cuando ésta se irritó de pronto violentamente. Debido a los productos químicos venenosos y virulentos que se introdujeron en la sangre de la madre mientras ésta era presa de tan gran excitación, el niño murió inmediatamente. Se conocen muchos casos como éste. Tales son los desastrosos efectos de la ira.

Cuando la ira está en su trono, la razón huye. Quien se deja influenciar por la ira es como quien está intoxicado por un fuerte licor. Pierde su memoria, su comprensión se ofusca y su intelecto se pervierte. La ira ciega el entendimiento. Cuando la mente se agita violentamente no puedes entender el pasaje de un libro con claridad. No puedes pensar adecuada y claramente. No puedes escribir una carta con una actitud fría. Cuando la llama oscila debido al viento, no puedes ver claramente los objetos. Así mismo, cuando el Buddhi. o intelecto, oscila y se agita debido a la ira, se produce el caos en él y no eres capaz de ver ni de comprender las cosas adecuadamente.

Todas las cualidades negativas proceden de la ira. Si eres capaz de erradicar ésta, aquéllas desaparecerán por sí solas. La ira engendra injusticia, rudeza, persecución, celos, codicia por la propiedad de los demás, crimen, mordacidad y crueldad. Una persona irascible pierde su conciencia normal mientras es presa de la ira.

Una persona que es esclava de la ira puede haberse lavado y perfumado bien, puede haberse peinado y puesto ropas blancas; sin embargo, seguirá sucio internamente, pues ha sido vencido por la ira. Se producen ciertos síntomas en el rostro que indican la presencia de la ira en la mente. Si tienes una mente fácilmente irritable no serás capaz de cumplir con tu deber y con tus asuntos de una manera eficiente. Si te enfureces con frecuencia, perderás la batalla de la vida.

Métodos para controlar la ira

La ira es una manifestación de Sakti, o la energía. Es muy difícil luchar contra ella directamente. Primero, intenta reducir su fuerza, o Vega, su frecuencia y duración. Esfuérzate en atenuar o en debilitar esta formidable modificación,(Vritti). No le permitas asumir la forma de una gran ola en la superficie de la mente consciente. Destrúyela cuando aun está en germen, en forma de irritabilidad en la mente subconsciente. Entretén tu mente. Cultiva pensamientos divinos. Haz mucho Japa y Kirtan. Repite algunas oraciones o estrofas (Slokas) del Bhagavad Guita, el Ramayana o los Upanishads, Desarrolla gradualmente las virtudes divinas y positivas opuestas, tales como la paciencia, el amor y el perdón. La ira desaparecerá entonces por si sola.

El alimento tiene mucho que ver con la irritabilidad. Toma alimentos sáttvicos o puros, como leche, frutas, garbanzos, cuajada, espinacas, cebada, cacahuetes y mantequilla. No tomes zanahorias, cebolla, ajos ni coliflor. Abandona las salsas picantes, la carne, el alcohol y el tabaco. Fumar, comer carne y beber licores vuelven al corazón muy irritable. Por tanto, deben ser absolutamente abandonados. El tabaco produce enfermedades del corazón. Da lugar a un corazón envenenado que se irrita fácilmente.

En cualquier momento que pueda producirse un estallido de ira durante una conversación o debate, deja de hablar. No discutas. No te metas en debates ni discusiones acaloradas. Procura decir siempre palabras dulces y suaves. Las palabras deben ser suaves y los argumentos duros. Pues si las palabras son duras, producirán discordia. Habla dulcemente. Habla poco. Sé dócil. Sé gentil. Sé suave.

Cultiva la docilidad, la gentileza y la suavidad una y otra vez. Controla la ira por medio de la razón pura. ¿Por qué te sientes ofendido cuando alguien te llama perro o burro? ¿Acaso por ello te han salido cuatro patas y un rabo como a un perro? ¿En qué consiste el insulto? ¿No es acaso una mera vibración en el éter? Cuando te enfadas con tu sirviente al no traerte éste un día tu leche acostumbrada, hazte a ti mismo esta pregunta: ¿Por qué habría de ser yo esclavo de la leche? La ola de ira se disipará entonces en seguida. Tampoco surgirá en otras ocasiones si piensas y tienes cuidado. Hacen falta cuarenta músculos para fruncir el ceño, mientras que sólo quince para sonreír. 
¿Por qué hacer ese esfuerzo extra? Si encuentras difícil controlar la ira, márchate en seguida del lugar. Date un paseo. Bebe agua fría. Repite Om Shanti (Om Paz) ciento ocho veces. Haz Japa de tu Ishta Mantra (Nombre preferido del Señor) o cuenta hasta treinta. La ira se disipará.

El autocontrol y la serenidad


Tanto el bien corno el mal se hallan en el hombre. El ser humano es una mezcla de ambos. Todas las criaturas contienen en sí fuerzas de la virtud y del mal. Es la represión del mal y el ejercicio activo del bien lo que eleva al hombre por encima del resto de las demás criaturas. La ira hace que el mal se convierta en una acción dañina. El autocontrol mano tiene vigilado al mal y despeja el campo para el ejercicio de las virtudes. Así, cuando se controla la ira se controla el mal. El bien prevalece. La ira es la puerta o el canal a través del cual emergen la rudeza, la crueldad, el daño y el dolor, la venganza, la violencia, la guerra y la destrucción.

Cuando se controla la ira, tu entendimiento se vuelve claro y se activa la discriminación. Estás entonces capacitado para escoger entre lo recto y lo equivocado; avanzando sin confusión por el sendero recto y estrecho de la rectitud moral.

No causes dolor ni sufrimiento a ningún ser vivo por avaricia, egoísmo, irritabilidad o disgusto. Aniquila la ira o la mala voluntad. Abandona el espíritu de pelea. Procura corno mejor puedas conservar siempre una mente serena. Permanece sereno y tranquilo bajo cualquier circunstancia. La luz divina sólo desciende a una mente calmada. Sólo el aspirante con una mente calmada puede entrar en profunda meditación y en Nirvikalpa Samadhi, (el estado de superconsciencia). Sólo él puede practicar Nishkamija Karma Yoga, o el servicio desinteresado.

Cultiva esta virtud, la serenidad o Sama, una y otra vez por medio de un esfuerzo constante y vigoroso. La serenidad es como una roca. Las olas de la irritabilidad pueden estrellarse contra ella, pero no pueden afectarla. Medita diariamente en el Atman, o el Ser siempre tranquilo, o en lo Eterno imperturbable. Alcanzarás así gradualmente esta virtud suprema.

Es fácil devolver mal por mal y bien por bien. Pero es difícil y sublime devolver bien por mal. El camino descendente hacia el mal es muy fácil, mientras que el camino ascendente hacia el bien es muy difícil, espinoso y escabroso. Quienes están provistos de fortaleza y sabiduría corno para devolver bien por mal son en verdad gente bienaventurada.
Son verdaderos dioses en la tierra. 
 
CONTROL DE LA IRA 

1.    Controla la ira mediante la práctica de amor, perdón, paciencia y ausencia de egoísmo.

2.    Cuando se controla la ira, ésta se trasmuta en energía mediante la cual podemos mover el mundo entero.

3.    La ira es una modificación de la pasión. Si puedes controlar la lujuria, ya has controlado la ira.

4.    Cuando te enojas, bebe un poco de agua. Esto enfriará el cerebro y calmará los nervios excitados e irritados.

5.   Si encuentras difícil controlar la ira, deja el sitio inmediatamente y haz una caminata rápida. Canta "OM" fuerte, como un león, durante diez minutos, y luego canta " OM SHANTI" (Paz) en forma mental o audible durante cinco minutos. Piensa en la imagen de tu Ishtam. Reza. Repite tu Ishta Mantra (el nombre de Dios que adoras, por ejemplo Om nama Shivay) durante diez minutos. Gradualmente la ira desaparecerá.

6.    Cuenta hasta veinte. Cuando termines de contar, la ira habrá desaparecido.

7.    Trata de cortar la ira cuando quiera emerger desde la mente subconsciente hacia la superficie de la mente consciente. Observa cuidadosamente el pequeño impulso o la pequeña ola de irritabilidad. Entonces, será más fácil controlarla. Toma todas las precauciones. No permitas que explote y asuma una forma desmesurada.  Encuentra la verdadera causa de tu ira y trata de erradicarla.

8.    Si encuentras muy difícil controlarla, deja el lugar inmediatamente y haz una caminata a paso ligero por media hora.

9.    Ruega a Dios. Practica Japa (repetición de un mantra o de nombre de Dios). Medita en Dios. Obtendrás una fuerza inmensa.

10.    Sé cuidadoso en la selección de tu compañía. Ten compañía agradable. Muévete entre Sannyasins, Bhaktas y Mahatmas. Lee el Bhagavad Gita y el Yoga Vasishtha. No desperdicies tu semen.

11. Consume alimentos sáttvicos, leche, frutas, etc. Abandona los alimentos rajásicos, currys y chutneys picantes, la carne, el alcohol y el cigarrillo. El tabaco irrita tu corazón (tabaco-corazón). Produce el veneno de la nicotina.

12..  La pasión es la raíz y la ira el tallo. Tendrás que destruir la raíz primero. Luego el tallo se secará solo. Un hombre apasionado se enoja más. Un Brahmachari que ha cuidado su Semen (Veerya) mantiene siempre su mente equilibrada. Tiene siempre su cerebro fresco.

13.  Si un aspirante ha controlado la ira, la mitad de su Sadhana está terminada. El control de la ira representa también el control de la lujuria. El control de la ira es realmente el control de la mente.

Encuentra la verdadera causa de tu ira y trata de erradicarla. Si un hombre abusa de ti, inmediatamente te enfureces. Tu sangre se calienta. ¿Por qué te sientes ofendido cuando te llaman "perro" o "burro"? ¿Has desarrollado cuatro patas y cola como un perro? ¿Por qué te alteras por pequeñas cosas? Pregúntate: "¿Qué es el insulto? ¿No es acaso una simple vibración en el éter? ¿Soy cuerpo o Atman? Nadie puede perjudicar al Atman. El Atman del abusador y el abusado es una. ¿Logro algo realmente si me desquito? Malgasto mi energía. Hiero los sentimientos de otro hombre. Perturbo y contamino el mundo del pensamiento. Hago verdadero daño al mundo enviando una corriente de odio. Este mundo es irreal. Viviré aquí por poco tiempo solamente. Debo soportar este insulto. Debo perdonarlo. Desarrollaré fuerza mental interior y poder de resistencia". Así puedes erradicar los sentimientos de ira muy eficazmente. Llegará un momento en que no te molestarás por las palabras duras, los abusos y los insultos. No prestarás la más mínima atención si un hombre dice que tal o cual persona ha hablado mal de ti. Simplemente te reirás de la cuestión. Un hombre irritable es muy débil y no tiene ninguna fuerza mental.

Debes tratar de mantenerte fresco aún ante las mayores provocaciones. Si estás hambriento o si sufres de alguna enfermedad, en general te vuelves más irritable. Si tienes algunos problemas, dificultades o pérdidas, te irritas por pequeñas cosas. Si un Sannyasin que vive en una cueva dice que ha controlado la ira, no puedes creerle. Las ondas mentales están reprimidas por un tiempo. No tiene ninguna oportunidad de irritarse. Si sucede algo, si es maltratado, manifestará su ira otra vez. El mundo es la mejor universidad de entrenamiento para el control de la ira.

El aspirante espiritual debe dirigir toda su atención hacia la conquista de este poderoso enemigo. Comida Sáttvica, Japa, meditación regular, oración, Satsanga, servicio, Vichara, Kirtan, práctica de Pranayama y Brahmacharya son algunos de los factores más potentes que allanan el largo camino para erradicar este mal grave. Hay que adoptar un método combinado para su erradicación. Fumar, comer carne y beber alcohol hace a los hombres muy irritables. Por lo tanto, hay que abandonarlos totalmente. Sé cuidadoso en la elección de tu compañía. Deja la compañía que tenga malas cualidades. Habla poco. Relaciónate poco socialmente. Sumérgete en la Sadhana espiritual. Desarrolla Kshama (perdón), Vishva Prema (amor cósmico), Karunya (piedad) y Nirabhimanata (ausencia de egoísmo).

Medita por la mañana durante diez minutos en la virtud de la paciencia. Reflexiona y repite mentalmente la fórmula "OM Paciencia" varias veces por día. Recuerda a los santos y sus vidas. Dite: "Soy paciente ahora. Hoy no me enojaré. Manifestaré la virtud de la paciencia en mi vida cotidiana. Estoy mejorando más y más". Siente que posees un reservorio de paciencia. Piensa en las ventajas de poseer esta virtud y las desventajas de la irritabilidad. Podrás fallar muchas veces pero gradualmente desarrollarás paciencia, y te convertirás en una encarnación de la paciencia.

"Aquél que puede resistir la fuerza del deseo y de la ira antes de dejar el cuerpo, es un Yogui, un hombre bendito". (Gita, Cap. V - 23)
"La bienaventuranza divina yace en aquellos hombres austeros que están libres de deseos y de ira, que han dominado sus mentes, y han tomado conciencia del Ser". (Gita, Cap. V - 26)

No te identifiques con el Vritti de la ira. Cuando aparezca una ola de ira en el lago de la mente, obsérvala como un testigo del Vritti. Sé indiferente. Dite: "Soy testigo de esta modificación. Soy distinto de este Vritti. No tengo nada que ver con esta ola". Entonces el Vritti morirá solo. No te perturbará. La identificación con el Vritti es la causa de los sufrimientos humanos. Identifícate con el Ser. Adopta la postura de un león, como un espectador de las fuerzas mentales animales.

Vive en el espíritu de los dos versos citados anteriormente (Gita, Cap. V -23 y 26). Erradica la ira. Manifiesta la fuerza espiritual interior. Toma conciencia del Satchidananda Atman. ¡Benditos aquellos que han erradicado la ira y han logrado el conocimiento del Ser!
La causa raíz de la ira es la ignorancia y el egoísmo. Debe eliminarse el egoísmo a través de Vichara (la investigación). Sólo entonces uno puede controlar su ira completamente. Mediante el desarrollo de las virtudes opuestas como perdón (Ksama), amor, paz (Shanti), compasión (Karuna), amistad, etc., puede controlarse la ira en gran medida. La fuerza puede reducirse.
 Sólo la realización del Atman (Atma-jnana) puede freír las semillas de los impresiones (Samskaras) de la ira para que no vuelvan a germinar, y así erradicarlas totalmente.