lunes, 29 de agosto de 2022

El Cuerpo ~ Swami Sivananda




El Cuerpo

La mujer es el origen de la contrariedad constante y la esclavitud más grande. La figura o la forma de una mujer no es nada más que una red de huesos cubierta con grasa y carne. Esta observación también es aplicable al hombre.

La mujer es el origen de toda miseria. Es una encarnación de la pasión. Chupa tu vitalidad. Llevas a cabo muchas malas acciones sólo para complacerla. Tienes que cosechar los frutos de estas acciones y sufrir. ¿Qué felicidad se obtiene de las meneadas marionetas de los cuerpos femeninos? ¿Dónde está la belleza en una mujer? Practica Vichara y analiza. ¿Pensará un Viveki acaso en esta figura ilusoria? La belleza que ves en la forma de la mujer es la emanación del Atman interior. ¡Mira la condición de los ojos, la cara y el cuerpo de una mujer después de sufrir una enfermedad de siete días! ¿Adónde se ha ido la belleza? Mira la cara arrugada de una anciana. Analiza las partes de una mujer, date cuenta de su naturaleza ilusoria y abandónalas totalmente. Si empiezas a analizar este cuerpo de carne, sangre, hueso, sudor, etc., la atracción hacia la mujer se desvanecerá en poco tiempo. Amor y apego destruyen a Buddhi, Mukti y las acciones virtuosas, y causan la contracción del corazón.

Si cesa la lujuria por la mujer, que es el origen de todos los goces, entonces toda esclavitud mundana que tenga su raíz o substrato en la mente cesará automáticamente. Incluso el veneno más virulento no es veneno en absoluto cuando se compara con los objetos sensuales. El primero arruina un cuerpo solamente, mientras que el último adultera muchos cuerpos en sucesivos nacimientos.

Este cuerpo indudablemente no es para la satisfacción de fines insignificantes. Es para la penitencia rigurosa ahora y la felicidad infinita después. Es un instrumento para conseguir el objetivo de la vida humana, el logro de Brahma Jnana. Sirve como un bote para cruzar a la otra orilla de este océano del Samsara.
Este cuerpo es el origen de infinitas miserias. Está lleno de impurezas. Causa la falta de respeto, la censura, el dolor, etc. Fallece en un momento sin aviso previo. Está sujeto a enfermedad, decadencia y vejez. Por lo tanto, piensa en el Atma que es eterna, pura y que todo lo penetra.

El cuerpo físico aparece solamente ahora. Una cosa que no tiene pasado ni futuro debe ser considerada como inexistente también en el presente. Si piensas en este tema más profundamente con Shuddha-Buddhi, encontrarás Atyanta-abhav (la inexistencia completa) del mundo.
Este cuerpo que está lleno de impurezas, orina, materia fecal, pus, etc., es perecedero. Es como la espuma, las burbujas o el espejismo. Es despreciado por sus enemigos. Queda en el suelo como un inútil tronco de madera cuando Prana deja el cuerpo. Es la causa del dolor y el sufrimiento. Es tu verdadero enemigo. Debes tratar este cuerpo como bosta, con sumo desprecio. ¿Por qué debes apegarte a él (Abhinivesa) y venerarlo con perfumes, polvos, y flores? No seas tonto y necio en adornarlo con finas sedas y ornamentos. Eso es terrible Ajnana solamente.

"Nada en esta tierra me pertenece. Ni siquiera este cuerpo es mío". Ésta es la verdadera sabiduría. "Este es mi hijo. Esta es mi hija. Ella es mi esposa. Esa casa es mía. Soy rico. Soy un kshatriya. Soy Brahmana. Soy delgado. Soy gordo". Ésta es una insensatez de primer orden. Este cuerpo físico es propiedad legítima de peces, chacales y buitres. ¿Cómo puedes llamarlo tuyo?

Usar jabón para el cuerpo, aceite para el cabello, polvo para la cara, mirarse en el espejo mil y una veces por día, llevar anillos en los dedos y otras actitudes semejantes intensificarán tu apego al cuerpo. Por lo tanto, deja decididamente todas estas cosas.

Un forúnculo grande se lava con loción. Luego se aplica un ungüento bórico. Entonces se coloca una venda. Este cuerpo desagradable también es como un divieso muy grande. Se lo lava diariamente. Se le da comida. Éste es el ungüento. Se usa ropa. Ésta es el vendaje. Los Sadhus tratan a este cuerpo como un tumor muy grande o una herida que está manando. Pero las personas de mentes mundanas veneran al cuerpo debido a la ilusión y el empecinamiento.

Usar ropa no es para aumentar la belleza del cuerpo. Este cuerpo es una bolsa de cuero sucio llena de varias clases de impurezas. La vestimenta es un medio para cubrir este cuerpo impuro. Lleva ropa simple. Ten pensamientos sublimes. Una vida virtuosa en Dios o el Atman puede darte la verdadera belleza.
La "Belleza" de este cuerpo es solamente superficial (apata - ramaniya). La belleza de la piel es también superficial. Puedes tener una belleza inalterable e infinita sólo en Dios.

¡Oh hombre! ¿No te avergüenzas de llamar a este cuerpo sucio como "yo" y decir que "esto es mío; este es mi hijo", siendo que todo es perecedero? Incluso los chacales, buitres y peces dicen: "Estos cuerpos de los seres humanos son nuestros". Este mundo o Samsara es Asara o Virasa (sin esencia). Abandona la identificación con este cuerpo débil, perecedero e impuro compuesto de cinco elementos, donde los huesos son los pilares, que está encordado por los nervios, cubierto con carne y sangre, revestido por la piel, maloliente, lleno de orina y heces, que está siempre atormentado por cariño excesivo y miserias y que es el asiento de todos los infortunios. Esta identificación con el cuerpo es la morada del infierno Raurava. ¿Cuál es la diferencia entre los gusanos y los hombres que se regocijan en este cuerpo apestoso y enfermo?
Maya, el fenomenal mago, prepara un esqueleto, lo cubre con carne y esconde distintas impurezas bajo una piel brillante. ¡Oh hombre engañado!

¿Cuánto tiempo vas a llamar tuyo a este cuerpo? ¿Cuánto tiempo vas a aferrarte a este cuerpo perecedero? Deja esta identificación con el cuerpo e identifícate con tu verdadera naturaleza, Satchitananda Swaroop.
Cuando este cuerpo está libre de enfermedad y decrepitud, cuando la vejez todavía está lejos, cuando los poderes de los sentidos no están afectados y la vida no está decayendo, el hombre de discernimiento debe esforzarse por lograr la Conciencia de Dios. Es inútil cavar un pozo para sacar agua cuando la casa está ardiendo.