domingo, 31 de julio de 2016

La vida en la materia y la vida en el espíritu / Senda Divina ~ Swami Sivananda


La vida en la materia y la vida en el espíritu

La vida en el Espíritu es la única real y eterna. La vida moderna de precipitación y de prisa, con miedo, inseguridad, enfermedad y fricción, no es la auténtica vida. Una vida de lujo material, de riquezas y poder, no es el fin de la existencia. Una vida así no produce paz en la mente ni serenidad en el espíritu.

La vida sensual no merece la pena de ser vivida. El placer sensual es como la miel mezclada con un veneno maligno. Un grano de placer sensual se mezcla con quince de dolor. El gozo sensual implica diversos defectos, pecados, dolores, apego, malos hábitos e inquietudes mentales. La indulgencia en los placeres sensuales destruye la devoción en Dios y debilita la capacidad de la mente de inquirir laRealidad. La sensualidad destruye la vida, la pureza, la fortaleza, la vitalidad, la memoria, la riqueza, la fama, la santidad y la devoción a lo Supremo. Arrastra al hombre hacia el abismo del infierno.

La vida humana está llena de tristeza, dolor y esclavitud. Está llena de defectos, debilidades y limitaciones. Está llena de odio, celos, egoísmo, traición, inquietudes, preocupaciones, ansiedades, enfermedades y muerte; maldad, engaño, doblez en los tratos, competición agresiva, impurezas y oscuridad; luchas, disputas, batallas y guerra; desilusión, desesperación y desaliento; crueldad, explotación, agitación e inquietudes. Todos los objetos están revestidos con un poco de placer imaginario, como el fino baño de oro que recubre un metal cualquiera.

En realidad, esta vida es un juego de luces y sombras. Bajo el revestimiento de azúcar está la amarga
quinina. Bajo el baño de oro no hay más que latón. Tras los llamados placeres, hay dolor, miseria y sufrimiento. Esta vida está llena de temores, apegos y preocupaciones.

La vida mundana es irreal. Es ilusoria y transitoria. Es fútil y vana. Su fin es únicamente el polvo. No hay en ella nada que hacer más que charlar, cotillear, comer y dormir. Todo es ilusorio y doloroso. Todo es transitorio y fugaz. La experiencia mundana no encierra ningún valor ni realidad. Sólo Dios es real.

Una gran cantidad de ceros no tiene ningún valor, a menos que se les añada un 1 delante. Del mismo modo, aun cuando se posean todas las riquezas del mundo, de nada sirven si no se lleva una vida espiritual, si no se tiene riqueza espiritual y no se posee la realización del Ser. Es preciso vivir en el Espíritu. Hay que añadir el Atman a esta vida. Ésa es la razón por la que el Señor Jesús dice: “Buscad primero el Reino de Dios y su rectitud, y todas las demás cosas se os darán por añadidura.”

La vida en lo Eterno es la vida abundante. Es la vida espiritual interna y rica. Esta vida está libre de tristezas y de dolor. Es plena, perfecta e independiente. Está llena de sabiduría y de dicha eterna. Lo impregna todo y es inmutable. Hay perfecto Tushti (contento) y Pushti (alimento).

Abraza la vida del Espíritu, y te volverás puro y libre. La mayor belleza de la vida es el sacrificio del interés propio más querido en el altar de la Verdad. Vivir significa perseguir la verdad y superar todos los obstáculos con coraje. La mayor alegría en la vida es la devoción en Dios y la meditación en Dios en el propio corazón. La vida espiritual da significado a la vida humana y la glorifica.