jueves, 18 de junio de 2015

La Sadhana suprema por Swami Sivananda



      El reino del Cielo, el Hogar de beatitud eterna, está en tu interior. 
        Hay algunas flores que tienen un color hermoso pero carecen de perfume. Así también hay quienes dicen palabras dulces y floridas pero no actúan acordemente.
   Mortifica la naturaleza inferior. Subyuga las pasiones. Ten autocontrol. Sólo entonces tendrás fuerza para soportar la Cruz en cualquier forma que el Señor ordene para ti.
   No puede haber deseo por un objeto que es totalmente desconocido. Puedes tener ensueños, anhelos o atisbos de imaginación, pero el verdadero deseo surge solamente cuando la mente presenta el objeto a buscar.
   La Sadhana no dará muchos frutos tangibles si no es ayudada por el desapego o Vairagya. Será como el agua puesta en una vasija de barro sin cocer. La energía se escapará por los agujeros hechos por las ratas de los sentidos. De allí que el cultivo del desapego y el desapasionamiento mental sea muy necesario. También se necesita alerta o vigilancia.
    Soporta insultos. Soporta injurias. Esta es la Sadhana más importante. Esto te dará inmensa paz y fuerza de voluntad.
     El hombre es un ser complejo. Es muy difícil conocer el corazón de un hombre. Sólo Dios lo conoce.
   Diferentes clases de luces - roja, azul, etc. - pueden aparecer y desaparecer durante la meditación. Ignóralas y avanza hacia la meta que es la Fuente de todas esas luces y de todo fenómeno que trasciende todas las luces.
    Conocer la Verdad que está detrás de toda manifestación es sabiduría. Eso es realización.
    ¡Oh Señor! No sé más que rogar, “Que todos sean felices”.