299. Mientras uno tiene alguna
relación con este yo (ego) malvado, no puede haber la menor charla sobre la
liberación, que es única.
300. Liberado de las garras del ego,
como la luna de las garras de Rahu el hombre obtiene su naturaleza real, y
deviene puro, infinito, siempre dichoso, y auto-luminoso.
301. Eso (el ego) que ha sido creado por el buddhi (intelcto) extremadamente
engañado por la nesciencia, y que es percibido en este cuerpo como ‘yo soy tal
y tal’ —cuando ese ego es destruido totalmente, uno obtiene una identidad no
obstruida con el Brahman.
302. El tesoro de la Dicha del Brahman es enrollado por el poderoso y
terrible serpiente del egoísmo, y guardado para su uso propio por medio de sus
tres feroces cabezas de los tres gunas (sattva-rajas-tamas). Solo el hombre
sabio, destruyéndolo (el egoísmo) por medio del corte de sus tres
cabezas con la gran espada de la realización, de acuerdo con las enseñanzas de
los Srutis, puede saborear este tesoro que confiere la Dicha.
303. Mientras hay un rastro de
veneno en el cuerpo, ¿cómo puede uno esperar recuperarse? El efecto del ego es
similar en la liberación del Yogui.
304. Con la cesación completa del
egoísm, a través de la detención de las diversas olas mentales debidas a ello (al
ego), y a través de la discriminación de la Realidad interior, uno realiza esa
Realidad como ´Yo Soy Eso´ (es decir ´Yo Soy Brahman´, o mejor dicho ´
Brahman es Lo que Soy´).