viernes, 29 de marzo de 2019

El sexo y la vida espiritual ~ Swami Sivananda


El sexo y la vida espiritual
por Swami Sivananda

La indulgencia sexual es un gran obstáculo en el camino espiritual. La tentación de la carne es tu enemigo invulnerable, que obstaculiza definitivamente tus prácticas espirituales. El impulso sexual debe ser controlado cultivando pensamientos sublimes y divinos, y por medio de la meditación. Debe producirse una sublimación completa de la energía sexual, pues solamente entonces se halla a salvo el aspirante. 

La aniquilación total del deseo sexual es el ideal espiritual último. Por tanto, cultiva siempre pensamientos sublimes y divinos. Los viejos pensamientos sexuales y negativos se desvanecerán gradualmente, del mismo modo que un clavo viejo sale de la madera al clavar sobre él otro nuevo. 

El estudiante yógico debe ser puro en pensamiento, palabra y obra. La sublimación perfecta difícilmente puede lograrse en uno o dos días, requiere una lucha continua, con paciencia y perseverancia, durante algún tiempo. Incluso los hombres mundanos deberían mantener lo antedicho como el ideal ante ellos y tratar de realizarlo gradualmente. 

Cuando se alcanza el estado de la sublimación perfecta, se logra la pureza en pensamiento, palabra y obra. A partir de entonces, ningún pensamiento sexual volverá a penetrar en ti. 

El impulso sexual es una fuerza creativa. Dirige la energía sexual hacia el canal superior espiritual. De este modo se sublimará, se transformará en energía espiritual. A menos que te inspires con los ideales espirituales, te resultará muy difícil refrenar el instinto sexual.