miércoles, 3 de agosto de 2016

Om! El Sádhana no es una píldora que hace desaparecer el sufrimiento de golpe ~ Atman Nityananda


El Sádhana no es una píldora que hace desaparecer el sufrimiento de golpe

El Sádhana espiritual no funciona como un comprimido de paracetamol que en unos minutos hace que la migraña desaparezca ni es un proceso siempre agradable. Esto es solo un mito.

Sobre todo en los primeros años del viaje espiritual hay que aguantar muchas emociones desagradables o dolorosas porque el ego se resiste mucho y reacciona a nuestros esfuerzos de varias maneras. Nuestro ego no quiere dejar sus hábitos viejos y los objetos que hasta ahora disfrutaba; quiere seguir repitiendo como una máquina los mismos pensamientos, los mismos placeres, las mismas emociones y acciones. Así que cuando empezamos a cambiar hábitos y costumbres el ego se resiste fuertemente.

Además tenemos que ver todo lo que está escondido en el subconsciente y que hasta ahora evitábamos verlo porque era doloroso. Todo este dolor emocional que está tapado dentro tiene que salir. No podemos liberarnos de este dolor sin vivirlo conscientemente. Vivir conscientemente el dolor emocional nos ayuda a salir de este estado de autohipnotización y autoengaño (que es como sueño en vigilia) y a descubrir que más allá del dolor, en el fondo hay siempre algo que nunca sufre, que es siempre luminoso, pacífico, libre y dichoso. Entonces vale la pena sufrir conscientemente en vez de inconscientemente, porque el primero nos conduce a la libertad, la paz y la dicha eternas mientras el segundo nos hunde más y más en la esclavitud y el sufrimiento.

Sin embargo nuestro ego quiere esconder o evitar experimentar lo que le produce ansiedad o cualquier dolor emocional. Por eso, el ego ha desarrollado inconscientemente varios mecanismos de defensa para evitar el dolor emocional (que por supuesto funcionan solo temporal y superficialmente). Freud descubrió algunos de estos mecanismos. Estos mecanismos constituyen una parte de la resistencia del ego.

Unos de los mecanismos que el ego usa frecuentemente para mantenerlos en el autoengaño son:

· las fantasías y las imaginaciones,

· el fanatismo,

· la inflexibilidad,

· las justificaciones,

· el miedo y la culpa,

· crear distracción con buscar sensaciones placenteras o con lograr objetivos,

· quedar estancados en conceptos e ideas erróneas o falsas,

· acusar o criticar a los demás,

· considerar a los demás (o la vida) responsables para nuestro sufrimiento y problemas,

· negar ver qué pasa,

· ´jugar´ el débil o el impotente afirmando que “no podemos”,

· creer que tenemos razón,

· afirmar que no somos capaces conseguir un cambio radical,

· dudar de nuestro empeño y mejoramiento que hemos logrado hasta ahora.

Hay que estar muy alerta para poder tomar consciencia de estas defensas y superarlas por medios adecuados para nosotros.

Así que para llegar a la libertad y la dicha que se hallan en nosotros es inevitable ver todo lo que hasta ahora teníamos miedo de ver. Porque todo esto es lo que cubre la felicidad innata y nos impide experimentarla. Y esto no es un proceso agradable para nuestro ego que quiere seguir viviendo superficialmente disfrutando sensaciones placenteras y agradables a traves de los objetos sensoriales.

Tened en cuenta también que cada individuo es diferente y no tiene la misma cantidad de carga emocional en el subconsciente. El nivel de dolor que cada uno va a experimentar corresponde a la carga emocional dolorosa que hay en el subconsciente. Pero, si hacemos prácticas espirituales seremos más capaces de gestionar las emociones que surjan y con más eficacia.

Hay también dos tipos de crisis emocional que uno pueda experimentar a lo largo del período de Sádhana.

El primer tipo es sentir un estado emocional muy doloroso que se expresa sin razón aparente. La expresión de las emociones es fuerte y es casi imposible hacer algo para aliviarlas. Normalmente, la emoción que más se manifiesta en este caso es el miedo pero también la desesperanza, la depression y la tristeza. Esta crisis hay que aguantarla y sentirla sin resistencia. La resistencia la hace peor. Hay que aceptar lo que sentimos y sentirlo consciente y plenamente mientras dure. Ir a la naturaleza o a lugares sagrados, orar o hacer Japa nama pueden ayudar pero lo que más ayuda es tener plena confianza a Dios y rendirnos a Él.

El segundo tipo de crisis que no es solo emocional sino también consciencial, es el resultado del trabajo espiritual que hemos hecho por un tiempo largo. Cuando hemos disuelto demasiada energía egoísta y hemos llegado a un estado consciencial más puro y claro (aunque es posible que no sea notable todavía para nosotros) sucede esta crisis durante la cual sentimos una tristeza por el hecho de haber estado perdidos en las cosas mundanas hasta ahora y haber hecho acciones malas (contra nuestra consciencia). En estos momentos occure un arrepentimiento verdadero.

Sin embargo, esta tristeza no es la que experimentamos normalmente como sufrimiento. Es una expresión positiva de nuestra consciencia que ha empezado a despertarse de la delusión del egoismo, y está acompañada de un deleite y de una gratitud por estar ahora más cerca a Dios. En realidad, no puedo expresar con precisión qué es lo que exactamente sentimos, pero es cierto que esto es una señal de que hemos progresado en la disolución del ego y ya tenemos una consciencia más pura y clara. Según mi experiencia, si uno no pasa de estas crisis conscienciales y emocionales significa que no ha trabajado lo suficiente con la disolución del ego. Está todavia en la superficie de la mente y su trabajo espiritual no es sistemático y regular.

Así que el dolor es inevitable aún en la vida espiritual, pero la diferencia con la vida mundana es que en la espiritualidad el dolor es un medio para despertar, para descubrir la verdad y vivir conscientemente la paz y la dicha que se hallan en nuestro corazón. Además, el sufrimiento se disminuye gradualmente según nuestro desarollo, la eliminación del Rajas y Tamas gunas, el aumento de Sattva guna y la disolución de las tendencias egoístas. Al contrario para los que viven superficialmente el dolor se aumenta gradualmente y les provoca más y más desequilibrio, frustración y sufrimiento.

Y, aunque por un tiempo, él que ha dedicado su vida a su transformación espiritual parece que está en la misma condición (o peor algunas veces) con él que sigue viviendo una vida mundana, si practica regular y sinceramente en pocos años llegará a un nivel más equilibrado, sano y dichoso, mientras el mundano se encontrará en un estado peor. Porque la vida no es estática; siempre nos movemos hacia arriba o hacia abajo. Es mejor que caminemos hacia arriba, aunque lentamente, que caminar hacia abajo.

Con práctica real y sincera es solo cuestión de tiempo el vivir en un estado consciencial superior que significa más alegría, paz y libertad y menos sufrimiento, descontento, tristeza y desánimo. Pero, ojo! Si no practicamos regular y seriamente nos permaneceremos más o menos en la misma condición, no importa cuantos años llevemos en la espiritualidad.

Las ´noches de trabajo espiritual´

Especialmente en los primeros años de camino espiritual hay las llamadas ´noches de trabajo espiritual´. Es cuando no tenemos ánimo ni ganas de practicar e inventamos justificaciones para no practicar, no hacemos nuestro Sádhana diario y empiezan a surgir dudas sobre el camino (de seguirlo o no), hay pereza, resistencia etc. Para superar un estado de ´noche de trabajo espiritual´ hay que hacer un restart y empezar el camino como si fuera por primera vez. En los primeros años quiza haga falta recurrir a esto a veces para superar la resistencia del ego que nos dirá que abandonemos el camino espiritual ya que no podemos conseguir un cambio grande. Este restart funciona porque cuando empezamos de nuevo no permitimos ni damos espacio al ego a que nos diga que no hemos progresado mucho (ya que ahora empezamos!). Y con empezar ahora la vida espiritual no surge tema alguno de progreso o no progreso!

Hay que usar y desarrollar tu inteligencia y tu discernimiento a un nivel alto para superar todos los trucos que el ego una y otra vez te pondrá para engañarte y hacerte abandonar la vida divina por los efímeros placeres sensuales llenos de sufrimiento y enfermedades.

Todos los santos y los iluminados tuvieron dificultades y adversidades pero las superaron gracias a su paciencia, perseverancia y fuerza de voluntad.

Nunca te desesperes, aunque puedan occurir en tí pensamientos y emociones de desesperación. Toma coraje una y otra vez, ora, pide a tu Ser íntimo y a la Madre Divina y encontrarás. Sigue practicando aunque haya dificultades y adversidades y al final conseguirás autorealizarte y vivir en plena libertad, paz y dicha eternas y infinitas. Esto es tu derecho y tu destino final. Sé un héroe espiritual, como Teseo, Hércules, Hipócrates, Jesucristo, Francisco de Asís, Buddha, Aivanhov, Sri Aurobindo, Sri Nisargadatta, Swami Sivananda, Amma y muchos más que han logrado la autorealización o iluminación.