jueves, 1 de diciembre de 2016

¿Quién es un Mahatma (Gran Alma)? ~ Swami Sivananda

Amma, un Gran Alma

¿Quién es un Mahatma (Gran Alma)?

¿Cómo juzgar a un Mahatma? Esto es muy difícil. Sólo un Shakespeare puede comprender a otro Shakespeare. Sólo un Jesús puede comprender a otro Jesús. Un hombre con experiencia, que se ha relacionado con Sadhus y Sannyasins, y que ha vivido con ellos por varios años, podría llegar a ciertas conclusiones positivas e inferir algo, pero puede estar en lo cierto o no. Solamente un Jñani con su Divya Drishti (Visión divina) puede ver y comprender a otro Jñani.

Puede que un Sadhu (religious ascetic) esté físicamente desnudo. Puede que no tenga nada, que use sus manos como escudilla para mendigar y que viva debajo de un árbol. Puede que viva en el bosque y, aún así, ser el sinvergüenza más grande; puede que sea un hombre de mente mundana con apegos internos y externos, y que esté lleno de pasión. Puede que salte de júbilo cuando consiga unos centavos para fumar opio. Su mente podría estar llena de distracciones y perturbaciones. Mientras que otro hombre quizás viva en una gran ciudad, lleve la vida de un gran Babu (Hombre rico), vista a la moda y coma platos deliciosos, y aún así, no tenga el más mínimo apego o deseo. Shri Ramanuja vivía en medio de la suntuosidad. Predicó la vida del goce. El rey Janaka tenía sus placeres reales y, a pesar de ello, dijo: “Mi riqueza es ilimitada, pero no tengo nada. Incluso si todo Mithila fuera reducido a cenizas, nada mío se quemaría”.


Los Siddhis no son un criterio cierto
para juzgar la verdadera espiritualidad

Otro gran error que las personas cometen es juzgar la iluminación de los Sadhus por los Siddhis (Poderes sobrenaturales) que ellos exhiben. En el mundo, en general, hay una tendencia común a juzgar los méritos y la habilidad de un Sadhu por medio de sus Siddhis. Es realmente un disparate. No deben juzgar la iluminación de un Sadhu de ese modo. Los Siddhis son subproductos de la concentración. No tienen nada que ver con la Experiencia del Ser. Un Sadhu podría manifestar Siddhis debido a sus poderosas pasiones y sus intensos deseos, y si tal es el caso, indudablemente se trata solamente de un hombre de familia. Debes creerme cuando te digo que los Siddhis son un gran obstáculo para el progreso espiritual, y mientras uno esté dentro de la esfera de los Siddhis y no trate de superarlos y avanzar, no tiene la más mínima esperanza de experimentar a Dios. Pero esto no quiere decir que una persona que manifiesta Siddhis no sea un alma liberada. Hay algunos ejemplos de tales personas que sólo han mostrado algunos Siddhis para la elevación y la inspiración del mundo, nunca por motivos egoístas.

Durante la época de Shri Ramakrishna Paramahamsa Dev, cierto Sadhu se acercó a él y le mostró dos Siddhis: uno era que podía desplazarse sin ser visto por otros. El otro era una luz que emanaba de su ano cuando caminaba. Tiempo después, este hombre entró en el departamento de una mujer sin ser visto, abusó de su poder, se enamoró de ella y perdió sus dos poderes. Hasta las personas educadas se sienten inclinadas a juzgar a los Sadhus por sus Siddhis solamente. Es un error garrafal, es por eso que te advierto seriamente al respecto.

Memorizar las escrituras no puede convertir a un hombre en yogui

Citar las escrituras tampoco es una señal que indique el desarrollo espiritual de una persona. Puede que un hombre recite todos los Vedas, los Upanishads y los Brahma Sutras, y aún así sea el peor sinvergüenza de lo más detestable. En la actualidad, hay muchos que, después de estudiar un poco de algunos libros, posan como grandes Yoguis, Jñanis o Jivanmuktas (liberados). La teoría sola no puede ayudarte a gozar los frutos del Yoga. La simple curiosidad intelectual, el entusiasmo y las emociones no pueden ayudarte en absoluto en la práctica del Yoga. El solo posar como yogui recitando algunos Sutras del Yoga Darshan es una total hipocresía. El Yoga Abhyasa (Práctica ininterrumpida de Yoga) es una cuestión comercial. Querer engañar a Dios, a sí mismo y al público mediante la demostración falsa de alguna práctica de Yoga es una falta terrible. No hay Prayashchitta (Penitencia; expiación) para esta mentira imperdonable. Se merece el máximo castigo.

Titiksha solamente no puede convertir a alguien en Tapasvin

También hay algunos hombres que visten de Sadhus o Sannyasins, hablan mucho sobre Hatha Yoga Kriyas y andan por ahí simulando estar en Samadhi. Uno de ellos puede vivir sólo de aire y agua, otro puede permanecer bajo tierra seis mes, y un tercero puede tragar ácido nítrico, vidrio y veneno. Todas esas cosas son el resultado del entrenamiento físico solamente y no son las verdaderas características de un Sadhu.

La mente tiene el poder de imitar. Las grandes personas como Swami Krishna Ashram llevan una vida perfectamente austera incluso en Gangotri. Muchos tratan de imitarlos y pasar por grandes almas o Mahatmas. Los jóvenes estudian el Vivekachudamani y el Avadhuta Gita, y fingen ser Avadhutas como allí se describe, sin tener ningún cambio interior. La mente sigue siendo la misma, con sus gustos y aversiones, y con su pasión y su cólera. Estas apariencias engañan a las pobres e ignorantes personas mundanas.

Titiksha (Capacidad de resistencia) en sí mismo no es una señal de espiritualidad. Shri Pradyumna Keshava, Munsiff (Intendente) de Sitapur, me mencionó el ejemplo de un Sadhu que podía rodar por la arena ardiente del mediodía en verano, por horas seguidas, y aún así, solía discutir por cosas insignificantes con gran ímpetu. Estos son todos simples entrenamientos físicos. Titiksha es intelectual. Vairagya (desapego) es intelectual. Sannyasa (renunciación) también es intelectual. Un hombre de voluntad fuerte puede dejar toda su ropa de una vez y vivir en invierno en Gangotri sin ningún problema, sin entrenamiento previo.

Si sólo Titiksha pudiera provocar la liberación, también los búfalos y peces que viven durante las veinticuatro horas en el agua deberían obtener la emancipación. Si solamente afeitando la cabeza uno pudiera lograr la liberación, también las cabras y otros animales que son esquilados podrían obtener la liberación. Si comer las migas que se arrojan a la zanja y dormir en un estercolero pudiera dar liberación, también los perros tendrían derecho a ello. Por lo tanto, la conclusión es que no debemos guiarnos por las apariencias solamente sino que debemos investigar el estado mental interior del hombre.

¿Entonces, quién es un verdadero Mahatma?

Uno no alcanza la perfección o el conocimiento por medio del cabello enmarañado, ni por las conferencias acaloradas o la erudición, ni por la exhibición de milagros. Aquél en el que las dos corrientes de Raga y dvesha, el egoísmo, la lujuria y la cólera han sido totalmente destruidos, es siempre feliz y es un sabio liberado (Jivanmukta).

Los santos son aquellos cuyas mentes no pierden la calma, que están libres de avaricia, que han conquistado el deseo y que han controlado sus sentidos y su naturaleza interior, que están dedicados al Señor y que no anhelan nada, que se mantienen igual ante el placer y el dolor, que están libres de apego, que tienen los atributos del autocontrol y que están contentos con lo que les venga.

Sólo cuando encuentras compasión y humildad en una persona, puedes saber que esa persona es un Sadhu. Su corazón se conmoverá al ver sufrir a otros. El corazón del hombre se ha endurecido por el mal; cuando ésta comienza a ablandarse, el Señor se manifiesta. El Sadhu no necesita pronunciar conferencias sobre el Panchadashi (libro de Sri Vidyaranya Swami). No necesariamente tiene que poder dar elocuentes discursos sobre el Guita. Puede que no sea capaz de comentar durante tres horas un solo Brahma Sutra. Pero un dulce aroma emanará de él. Esto te atraerá. Esto te dará Shanti (Paz) y dicha interior cuando te le acerques. Todos tus problemas y preocupaciones desaparecerán cuando estés en su compañía. Su misma mirada te elevará. Cada una de sus palabras te inspirará, se grabarán en tu corazón. Cambiarás tu naturaleza. Darás una vuelta de página en tu vida. Tal es su poder de voluntad. Tal es la gloria de la compasión y la humildad verdaderas.

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