martes, 11 de agosto de 2015

¿SER FELIZ ES SOLO UNA CUESTIÓN DE DECISIÓN? ~ Atman Nityananda

¿SER FELIZ ES SOLO UNA CUESTIÓN DE DECISIÓN?

Ser feliz no se puede conseguir simplemente por una decisión. Puedo decir mil veces que a partir de este momento estaré dispuesto de ser feliz ocurra lo que ocurra pero esto no significa que lo seré. Las buenas intenciones por sí mismas no pueden dar resultados. Hace falta práctica bien organizada y aplicada.

También, ser consciente de sí mismo no hace uno necesariamente feliz, porque las energías egoístas siguen funcionando compulsivamente y causan sufrimiento a pesar de nuestras decisiones o intenciones y a pesar del hecho de ser conscientes de lo que pasa en nuestra mente y corazón.

Lo que nos hace sufrir está cristalizado dentro de nosotros y es una energía densa y distorsionada que funciona como una maquina independientemente de nuestra voluntad, razón y compresión. La llamamos ego o mente egoísta.

Entonces la decisión de ser feliz independientemente de las condiciones externas aunque es fundamental, es solo el primer paso. Para que pueda dar resultados debe ser una decisión estable y acompañada por acciones, por una voluntad solida y resistente y por paciencia, perseverancia, práctica diligente y fuerza interior para superar los obstáculos que puedan impedir este proceso.

FELICIDAD y LOS TRES GUNAS (Sattva- Rajas- Tamas)

La felicidad está directamente relacionada con los tres gunas que son el núcleo de la mente.

Los tres gunas son las cualidades que determinan el modo que la mente funciona y los estados mentales y emocionales que occuren en la mente.  El dominio de los gunas en la mente cambia constantemente según la constitución mental y las circunstancias externas. Y esta sucesión de los gunas no para nunca.

~ SATTVA es el guna que da a la mente pureza, lucidez, paz, felicidad, compasión, salud, equilibrio, armonía, claridad, discernimiento, compresión, contentamiento, tranquilidad.
~ RAJAS es el guna de la proyección y externalización y causa en la mente movimiento, distracción, pasión, imaginación, sufrimiento y agotamiento. Cuando en la mente predomina el Rajas sentimos impaciencia, exageración, deseo, codicia, celos, ira, apego, deseo de poseer, hiperactividad, nerviosismo, agresividad, ansiedad, competitividad. El deseo del poder, del prestigio y de la fama son estados mentales rajasicos.
~ TAMAS es el guna de la ignorancia, el guna que cubre la verdad y causa en la mente inercia, oscuridad, confusión, estupor, pereza, engaño, depresión, impotencia, perversión, autodestrucción y adicciones.

Cuando en la mente se predominan las cualidades Tamas y Rajas es imposible que uno se sienta feliz. Solo cuando se predomina en la mente el Sattva guna podemos experimentar felicidad.

Los tres gunas (sattva-rajas-tamas) hay en las mentes de todos los seres humanos pero en la mayoría de la gente predominan el Tamas y el Rajas -el Sattva predomina menos y por poco tiempo. La mayoría de la gente pasan sus días y la mayor parte de sus vidas entre estados tamásicos y rajásicos -solo de vez en cuando viven estados sáttvicos. Por eso pocas veces experimentan paz, felicidad y amor y pocas veces se sienten contentos -ya que estos son estados sáttvicos.

Pero en la mente de un aspirante espiritual avanzado predomina el Sattva y por eso en la mayoría de su tiempo experimenta paz y felicidad y se siente contento.
El iluminado gracias a su práctica incesante por muchos años y gracias a Dios ya tiene una mente totalmente sáttvica y libre de Rajas y Tamas y por eso experimenta sin ningún esfuerzo o interrupción la paz y la dicha del espíritu.

Eliminar el Rajas y el Tamas de la mente y aumentar el Sáttva hasta que la mente se vuelva totalmente sáttvica es un proceso exigente y hace falta muchos años de práctica diligente y bien organizada. En el sendero espiritual no sirven para nada las buenas intenciones y decisiones sin voluntad solida para aplicarlas.

SER COSCIENTE DE SÍ MISMO
Ser consciente de sí mismo es un estado conciencial muy importante que permite a que uno trabaje con sí mismo y disuelva todo eso que le limita y que le impide darse cuenta de que es consciencia pura y no una entidad egoísta que se identifica con el cuerpo y la mente inferior.

Ser consciente de sí mismo no es lo mismo para un principiante y para un iluminado, porque el principiante tiene una mente impura, oscura y tamasorajásica mientras un iluminado tiene una mente pura sáttvica, lúcida y sosegada.

Que un principiante sea consciente de sí mismo por sí solo no basta para que sea feliz, porque no hay un contacto profundo con su esencia y cuando lo hay (raras veces) dura poco. Además como he dicho anteriormente en la psique de los principiantes y la gente ignorante siguen funcionando las energías egoístas causando sufrimiento de una y otra manera.

Lo que logra un principiante cuando es consciente de sí mismo
es que se vuelve más consciente de su estado mental y emocional y tiene una percepción (no muy profunda) del silencio interior, pero sigue identificado con el cuerpo y funciona como un ´cuerpo-yo´ separado.  Gradualmente y según su progreso en la disolución de las energías egoistas y su capacidad de mantener la mente sosegada y enfocada en su fuente, experimentará más y más el silencio interior y se manifestará gradualmente la paz y la dicha de su Alma.

LA MENTE Y FELICIDAD
El único obstáculo que nos impide ser conscientes profunda y plenamente de nuestra naturaleza verdadera y experimentar el Ananda (dicha divina) que ya somos es la mente impura.
La impureza de la mente es el ego que es una pluralidad de energías bajas y densas con sus ramas mayores el deseo de placer (sobre todo el deseo sexual y la gula) y el orgullo. Todas las demás ramas egoístas son solo modificaciones de estas primeras ramas. O sea, la ira, el miedo, la depresión, la impaciencia, la envidia, la codicia, el descontento y el vacío que sentimos son solo subproductos del deseo y del orgullo.

Solo una mente totalmente pura está libre de sufrimiento y  puede reflejar sin distorsión y sin esfuerzo alguno la paz y la dicha eterna del Alma.

Paz luz y amor