viernes, 26 de febrero de 2016

Mente equilibrada: Una fortaleza invulnerable por Swami Sivananda


Mente equilibrada: Una fortaleza invulnerable  por Swami Sivananda

Aquél que tiene una mente equilibrada (Samahita Vrittis) es realmente un hombre feliz y fuerte. Uno debe disciplinar a la mente durante largo tiempo. Puede que caiga una y otra vez. Puede que cometa errores. Pero si es vigilante, paciente y perseverante, tendrá un feliz éxito. El equilibrio es Jñana. El Gita dice: “Nirdosham hi samam Brahma – el Eterno es inmaculado y equilibrado”. Cap. V-19. Mantén siempre la mente fría. No te alteres por pequeñas cosas. La irritabilidad es debilidad. El equilibrio es fortaleza.

Debes estar totalmente libre de toda clase de Vikaras (modificaciones nocivas de la mente) en todo momento (Sarvatha), poseyendo una mente equilibrada incluso bajo las peores provocaciones o en circunstancias o entornos adversos. Sólo entonces podrás entrar en meditación profunda y Samadhi.

Con sólo vivir en el bosque, no puedes alcanzar la emancipación final. Los ciervos, tigres y pájaros no pueden lograr la liberación a pesar de vivir en el bosque. Debes tener una mente calma y libre de deseos. Debes poseer desapego, discernimiento, fe, autocontrol y verdadera renuncia. Sólo entonces puedes llevar una vida de soledad o de ermitaño aún en el ajetreo de una ciudad.

Aún si te convirtieras en el emperador del mundo entero, no podrías disfrutar de verdadera paz y felicidad mientras tengas preocupaciones, inquietud, ansiedad, temor, lujuria, codicia y deseos. El ignorante es dominado a diario por miles de causas de sufrimiento y cientos de causas de temor. Sólo el conocimiento del Atman (Atma-Jñana) puede dar verdadera paz, felicidad e inmortalidad. Por lo tanto, vence a Maya. Experimenta al Atman mediante la meditación. Entonces te convertirás en el verdadero Emperador de emperadores.

La gente pide a gritos paz o Shanti. Pero ¿dónde obtenerla y por medio de quién? Pueden obtenerla en su corazón por medio del Maestro espiritual.

Si logras la realización del Ser, todas las dudas desaparecerán. El contento supremo morará siempre en tu corazón. Estarás limpio de Rajas y Tamas. Estarás siempre en paz y feliz. Por lo tanto, esfuérzate duramente por lograr, en este mismo nacimiento, ese estado poco común de bienaventuranza suprema.

Déjame recordarte una vez más que la Paz que la mente anhela sólo puede obtenerse en el Ser interior mediante la Sadhana espiritual y los esfuerzos yóguicos.

Alcanza el lugar permanente, eterno e inmutable. Sólo entonces, serás feliz para siempre. Encontrarás tal lugar en el Atman o Brahman, solamente. Recorre el sendero de la sabiduría que está libre de temor. Refrena los sentidos. Sé abierto y simple. Abandona el deseo de mejorar tu posición mediante la adquisición de riqueza. Busca la compañía de los sabios. Elimina las faltas o impurezas de la mente. Medita regularmente en el Ser inmortal y resplandeciente. Obtendrás la morada eterna de felicidad.

Encuentra tu centro. Mora en el centro. El centro es el Atman, el Alma inmortal. Este centro es el Jardín del Edén. Es tu morada original. Es el Param Dhama. Ahora mismo puedes trascender las preocupaciones, la inquietud y los temores. ¡Qué dulce es este hogar donde hay alegría eterna y deleite perenne!

Aspira. Conoce al Ser. Recobra la divina gloria perdida. Ten la visión del futuro eterno. Adquiere el conocimiento de las realidades espirituales más profundas. Desarrolla el ojo de la sabiduría, el tercer ojo interior. Los ojos físicos dejarán de operar. Serán sólo órbitas. La meditación regular es lo único que puede abrir este ojo de la intuición. El deleite no conoce límites cuando se abre este ojo interior del conocimiento. La conciencia corporal desaparece. El temor, la pena, la duda y la ilusión se desvanecen.

Toma el camino que han andado los justos. Vive de leche y frutas por una semana. Soporta el calor y el frío, el hambre y la sed. No lastimes a ninguna criatura en absoluto. Vive satisfecho. Considera de la misma manera la censura y el aplauso. Obtén felicidad en tu Alma.

Encuentra tu camino de regreso a Dios. Sal de este laberinto oscuro del Samsara con la ayuda de la antorcha del discernimiento. Busca el tesoro espiritual en el interior. Ruega humilde y fervientemente. Medita regularmente. Esto será un “ábrete, sésamo” o una llave maestra para abrir los reinos infinitos de la felicidad eterna y la alegría duradera. Será un bálsamo espiritual curativo para aliviar los corazones heridos y los nervios trastornados de la humanidad sufriente.

Encuentra tu verdadera naturaleza. Experimenta tu naturaleza esencial. Tú eres eternamente libre. No tienes comienzo ni fin. Eres infinito. ¡Eres una personificación de sabiduría y beatitud!