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martes, 16 de agosto de 2016

El sexo, la vida espiritual y la sublimación del sexo ~ Swami SIvananda


 
El sexo y la vida espiritual
La indulgencia sexual es un gran obstáculo en el camino espiritual. La tentación de la carne es tu enemigo invulnerable, que obstaculiza definitivamente tus prácticas espirituales. El impulso sexual debe ser controlado cultivando pensamientos sublimes y divinos, y por medio de la meditación. 
Debe producirse una sublimación completa de la energía sexual, pues solamente entonces se halla a salvo el aspirante. La aniquilación total del deseo sexual es el ideal espiritual último. Por tanto, cultiva siempre pensamientos sublimes y divinos. Los viejos pensamientos sexuales y negativos se desvanecerán gradualmente, del mismo modo que un clavo viejo sale de la madera al clavar sobre él otro nuevo. 
El estudiante yógico debe ser puro en pensamiento, palabra y obra. La sublimación perfecta difícilmente puede lograrse en uno o dos días. Requiere una lucha continua, con paciencia y perseverancia, durante algún tiempo. Incluso los hombres mundanos deberían mantener lo antedicho como el ideal ante ellos y tratar de realizarlo gradualmente. 
Cuando se alcanza el estado de la sublimación perfecta, se logra la pureza en pensamiento, palabra y obra. A partir de entonces, ningún pensamiento sexual volverá a penetrar en ti. El impulso sexual es una fuerza creativa. Dirige la energía sexual hacia el canal superior espiritual. De este modo se sublimará, se transformará en energía espiritual. A menos que te inspires con los ideales espirituales, te resultará muy difícil refrenar el instinto sexual.
El proceso de la sublimación del sexo
Si la energía se transmuta en energía espiritual por medio del pensamiento puro, esto se llama sublimación del sexo en la psicología occidental. De igual modo que una sustancia química es sublimada o purificada convirtiéndola por medio del calor en vapor, el cual se vuelve sólido de nuevo, la energía sexual es, asimismo, purificada y transformada en energía divina por medio del Sádhana espiritual y cultivando pensamientos sublimes y elevados acerca del Ser, o Atman.
La sublimación no consiste en la supresión o la represión, sino en un proceso positivo, dinámico y transformador. La energía material se transforma en energía espiritual de la misma manera que el calor se transforma en luz y electricidad. Si controlas, transmutas y sublimas la energía reproductora, obtendrás un poder mental, u Ojas, tremendo. Ojas es la energía espiritual que se almacena en el cerebro. Por medio de pensamientos sublimes, de la meditación, el Japa, la adoración y el Pranayama, la energía sexual puede transmutarse en Ojas-Shakti.
Así como el aceite empapa la mecha y arde con una luz resplandeciente, de igual modo fluye el semen, o Viria, hacia arriba por la práctica del Sádhana yógico, convirtiéndose en Ojas o Tejas. Esta Ojas te ayuda mucho a meditar profundamente durante mucho tiempo. Es almacenada en el cerebro y ayuda en la contemplación. Incluso durante la vejez es útil. Disfrutas de buena memoria. Puedes escribir libros y realizar un trabajo intelectual asombroso. 
El Urdhuareto-Yogi
 Se llama Urdhuareto-Yogi a aquel en quien la energía seminal fluye ascendiendo hacia el cerebro, donde se almacena como Ojas-Shakti, para ser luego utilizada con propósitos contemplativos durante la práctica de la meditación (Dhyana). Incluso no solamente transforma el semen de Ojas, sino que refrena, por medio de su poder yógico y de su pureza en pensamiento, palabra y obra, la formación misma del semen grueso por las células secretoras de los testículos o semillas. Éste es un gran secreto.

Los alópatas creen que incluso en el Urdhuareto-Yogi la transformación delsemen sigue produciéndose incesantemente, pero que el fluido se reabsorbe en la sangre. Esto es un error. Ellos no entienden los secretos y misterios yógicos internos. Aún están en la oscuridad y su visión concierne únicamente a las cosas ordinarias del universo. El Yogi penetra en la naturaleza sutil y oculta de las cosas por medio de su visión yóguica o de la visión interna de la sabiduría. El Yogi logra el control sobre la naturaleza astral del semen, previniendo así la formación misma del fluido.
El cuerpo de un hombre que es un verdadero Urdhuareto (que ha sublimado su energía sexual) tiene la fragancia del loto. Mientras que el hombre que no es un Brahmachari y en el que se forma el semen grueso puede oler como un macho cabrío.
El proceso de la sublimación del sexo es muy difícil, y, sin embargo, es muy necesario para el aspirante en el camino espiritual. Es la cualificación más importante del Sádhaka, tanto en el camino del Karma Yoga, como en Upásana (la adoración), en el Raja Yoga y en Vedanta. Debes conseguirla a toda costa. El hombre en el que la idea del sexo está muy arraigada no puede soñar en entender el Vedanta ni en realizar a Brahman, ni siquiera en un centenar de nacimientos. La Verdad no puede habitar donde viva la pasión.