La salud del alma
La
 conciencia pura reconoce rápidamente el mal y lo aniquila. La 
conciencia buena te proporciona despreocupación, serenidad, alegría y 
felicidad. Te previene de las calamidades, conflictos, aflicciones y 
miserias. Aquella persona noble que tiene una conciencia limpia y pura 
no teme a nadie en este mundo; ni siquiera teme a la muerte.
Una
 conciencia pura y limpia es el templo de Dios. Es el paraíso de la 
dicha. Ayuda al aspirante a alcanzar su meta con rapidez. Lo que la 
buena salud es al cuerpo, lo es una conciencia buena al alma. Cuando se 
realiza una buena acción, cuando se practica una virtud y cuando se 
lleva una vida virtuosa, se siente una satisfacción interna en la 
conciencia.
La
 belleza más natural en el mundo es la honestidad y la verdad moral. Sé 
bello en tu interior. Ten una conciencia limpia. Sé virtuoso, pues la 
belleza física decae. La conciencia, o la voz de la sabiduría, habla a 
través de toda la creación del Señor, pero el intelecto humano pequeño, 
finito e impuro no la entiende. ¡Purifica tu mente, oh hombre arrogante y
 egoísta! Sintoniza la radio de tu mente purificando ésta, escucha Su 
voz y hazte sabio. La voz del alma te conducirá a la salvación, la
verdad, la paz y la dicha inmortal.
