32. La Vida es
el Gurú Supremo
Interlocutor: Nosotros dos venimos de países lejanos; uno
de nosotros es
británico, el otro americano. El mundo en el que hemos nacido se está
desplomando y, puesto que somos jóvenes, nos importa. Las gentes de edad
esperan morir su propia muerte, pero los jóvenes no tienen ninguna tal
esperanza. Muchos de nosotros se niegan a matar, pero ninguno puede negarse a
ser matado. ¿Podemos esperar poner el mundo en orden dentro de nuestro plazo de
vida?
Mah: ¿Qué le hace pensar que el mundo
va a perecer?
Int: Los instrumentos de destrucción han
devenido increíblemente potentes.
Nuestra productividad misma ha devenido destructiva de la naturaleza y de los
valores culturales y sociales.
Mah: Usted está hablando de los
tiempos presentes. ¿Ha sido así por todas partes
y siempre? La situación aflictiva puede ser temporaria y local. Una vez que
pase, se olvidará.
Int: La escala de la catástrofe que nos amenaza
es increíblemente grande.
Vivimos en medio de una explosión.
Mah: Cada hombre sufre solo y muere
solo. Los números son irrelevantes. Hay
tanta muerte cuando muere un millón como cuando perece uno.
Int: La naturaleza mata por millones, pero esto
no me asusta. Puede haber en ello
tragedia o misterio, pero no crueldad. Lo que me horroriza es el sufrimiento,
la
destrucción y la desolación que causa el hombre. La naturaleza es magnífica en
sus obras y destrucciones. Pero hay insensatez y locura en los actos del
hombre.
Mah: Justo. Así pues, sus problemas
no son el sufrimiento y la muerte, sino la
insensatez y la locura que hay en su raíz. ¿No es la insensatez también una
forma de locura? ¿Y no es la locura el mal uso de la mente? El problema de la
humanidad está solo en este mal uso de la mente. Todos los tesoros de la
naturaleza y del espíritu están abiertos al hombre que usa su mente
adecuadamente.
Int: ¿Cuál es el uso adecuado de la
mente?
Mah: El miedo y la codicia causan el
mal uso de la mente. El uso adecuado de la
mente está en el servicio del amor, de la vida, de la verdad, de la belleza.
Int: Es más fácil decirlo que
hacerlo. El amor de la verdad, del hombre, la buena
voluntad —¡cuánto lujo! Necesitamos una gran abundancia de ello para poner el
mundo en orden, ¿pero quién lo proporcionará?
Mah: Usted puede pasarse una
eternidad buscando por todas partes la verdad y el amor, la Inteligencia y la
buena voluntad, implorando a Dios y al hombre —todo en vano. Debe comenzar en
usted mismo, con usted mismo —ésta es la ley inexorable. Usted no puede cambiar
la imagen sin cambiar el rostro. Primero dése cuenta de que su mundo es solo un
reflejo de usted mismo y deje de encontrar faltas en el reflejo.
Préstese atención a usted mismo, póngase a usted mismo en orden —mental y
emocionalmente. Lo físico lo seguirá automáticamente. Usted habla mucho de
reformas: económica, social, política. Deje en paz las reformas y ocúpese del
reformador. ¿Qué tipo de mundo puede crear un hombre que es estúpido,
codicioso, desalmado?
Int: Si tenemos que esperar un
cambio de corazón, tendremos que esperar
indefinidamente. El suyo es un consejo de perfección que es también un consejo
de desesperación. Cuando todos nosotros seamos perfectos, el mundo será
perfecto. ¡Qué perogrullada inútil!
Mah: No es eso lo que he dicho. He
dicho únicamente que usted no puede
cambiar el mundo antes de cambiarse a usted mismo. No he dicho —antes de
cambiar a todo el mundo. No es ni necesario ni posible cambiar a los demás.
Pero sípuede cambiarse a usted mismo, y encontrará que no se necesita ningún
otro cambio. ¡Para cambiar la imagen usted meramente cambia la película, usted
no ataca a la pantalla!
Int: ¿Cómo puede estar tan seguro de
usted mismo? ¿Cómo puede saber que lo
que usted dice es verdadero?
Mah: No es de mí mismo de quien
estoy seguro, estoy seguro de usted. Todo lo
que necesita es dejar de buscar fuera lo que solo puede ser encontrado dentro.
Ponga su visión en orden antes de obrar. Usted está sufriendo de incomprensión
aguda. Clarifique su mente, purifique su corazón, santifique su vida —ésta es
la vía más rápida hacia un cambio de su mundo.
Int: Muchos santos y místicos
vivieron y murieron. Ellos no cambiaron mi
mundo.
Mah: ¿Cómo hubieran podido? Su mundo
no es el de ellos, ni el mundo de ellos
es el de usted.
Int: Ciertamente hay un mundo
efectivo común a todos.
Mah: ¿El mundo de las cosas, de la
energía y de la materia? Incluso si hubiera un
tal mundo común de cosas y de fuerzas, ese no es el mundo en el que nosotros
vivimos. El nuestro es un mundo de sentimientos y de ideas, de atracciones y de
repulsiones, de escalas de valores, de motivos e incentivos; un mundo
enteramente mental. Biológicamente nosotros necesitamos muy poco; nuestros
problemas son de un orden diferente. Los problemas creados por los deseos y los
miedos, y por las ideas erróneas solo pueden resolverse sobre el nivel de la
mente. Usted debe conquistar su propia mente y para esto debe ir más allá de
ella.
Int: ¿Qué quiere decir ir más allá
de la mente?
Mah: Usted ha ido más allá del
cuerpo, ¿no es así? Usted no sigue de cerca su
digestión, su circulación o su eliminación. Han devenido automáticas. De la
misma manera la mente debe trabajar automáticamente, sin reclamar atención.
Esto no acontecerá a menos de que la mente trabaje impecablemente. La mayor
parte de nuestro tiempo, nosotros somos conscientes del cuerpo-mente debido a
que constantemente están reclamando asistencia. El dolor y el sufrimiento son
solo el cuerpo y la mente que piden atención. Para ir más allá del cuerpo debe
estar sano; para ir más allá de la mente, debe tener su mente en perfecto
orden. Usted no puede dejar un desorden detrás e ir más allá. Un desorden le
anegará como una ciénaga. «Recoja su basura» parece ser una ley universal. Y
una ley justa también.
Int: ¿Se me permite preguntarle cómo
fue usted más allá de la mente?
Mah: Por la gracia de mi Gurú.
Int: ¿Qué forma tomó su gracia?
Mah: El me dijo lo que es verdadero.
Int: ¿Qué le dijo a usted?
Mah: Me dijo que yo soy la Realidad
Suprema.
Int: ¿Qué hizo usted al respecto?
Mah: Confié en él y lo recordé.
Int: ¿Es eso todo?
Mah: Sí, yo le recordaba; recordaba
lo que había dicho.
Int: ¿Quiere usted decir que esto fue
suficiente?
Mah: ¿Qué más se necesita hacer? Era
mucho recordar al Gurú y sus palabras. Mi
consejo para usted es aún menos difícil que esto —solo recuérdese a usted mismo.
«Yo soy» es suficiente para sanar su mente y llevarle a usted más allá. Tenga
solo
alguna confianza. Yo no le engaño a usted. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Acaso
quiero
algo de usted? Deseo su bien —tal es mi naturaleza. ¿Por qué iba yo a
engañarle?
El sentido común también le dirá que para dar cumplimiento a un deseo debe
mantener su mente puesta en él. Si quiere conocer su verdadera naturaleza, debe
tenerse a usted mismo en la mente todo el tiempo, hasta que el secreto de su
ser se revele.
Int: ¿Por qué el recuerdo de sí mismo le lleva a
uno a la realización de sí mismo?
Mah: Porque ambos son dos aspectos
del mismo estado. El recuerdo de sí mismo
está en la mente, la realización de sí mismo es más allá de la mente. La imagen
en el espejo es del rostro más allá del espejo.
Int: Es suficiente. ¿Pero cuál es el propósito?
Mah: Para ayudar a los demás, uno
debe estar más allá de la necesidad de ayuda.
Int: Todo lo que quiero es ser feliz.
Mah: Sea feliz, para hacer feliz.
Int: Que los demás se cuiden de sí mismos.
Mah: Señor, usted no está separado.
La felicidad que no puede compartir es falsa.
Solo lo que es compartible es verdaderamente deseable.
Int: De acuerdo. ¿Pero necesito yo un Gurú? Lo
que usted me dice es simple y
convincente. Lo recordaré. Esto no hace de usted mi Gurú.
Mah: No es la devoción hacia una
persona lo que es crucial, sino la firmeza y la
profundidad de su devoción a la tarea. La vida misma es el Gurú Supremo; esté
atento a sus lecciones y sea obediente a sus mandatos. Cuando usted personaliza
su fuente, tiene un Gurú exterior; cuando usted los toma de la vida
directamente, el Gurú está dentro. La palabra de su Gurú, ya sea externo o interno
—recuérdela, medítela, pondérela, viva con ella, ámela, crezca dentro de ella,
crezca con ella, hágala suya propia. Ponga usted todo y obtendrá todo. Yo lo
hice. Todo mi tiempo, yo se lo daba a mi Gurú y a lo que él me dijo.
Int: Yo soy escritor de profesión. ¿Puede darme
algún consejo para mí
específicamente?
Mah: Escribir es a la vez un talento
y un arte. Crezca en talento y desarróllese en
arte. Desee lo que es digno de ser deseado y deséelo bien. Lo mismo que usted
encuentra su camino en una multitud, pasando entre las gentes, así también
usted encuentra su camino entre los aconteceres, sin perder su dirección general.
Es fácil si usted es serio.
Int: Usted menciona tantas veces la necesidad de
ser serio. Pero nosotros no
somos hombres de una sola voluntad. Somos agregados de deseos y de necesidades,
de instintos y de impulsos. Reptan unos sobre otros, dominando a veces uno, a
veces otro, pero nunca por mucho tiempo.
Mah: No hay necesidades, solo
deseos.
Int: ¿Comer, beber, cubrirse el cuerpo; vivir?
Mah: El deseo de vivir es el único
deseo fundamental. Todos los demás dependen
de él.
Int: Nosotros vivimos porque debemos vivir.
Mah: Vivimos porque ansiamos la
existencia sensorial.
Int: Una cosa tan universal no puede ser dañina.
Mah: Dañina no, por supuesto. En su
propio lugar y tiempo nada es dañino. Pero
cuando usted está interesado en la verdad, en la realidad, debe cuestionar
todas las cosas, su vida misma. Al
afirmar la necesidad de la experiencia sensorial e intelectual usted reduce su
indagación a la búsqueda de confort.
Int: Yo busco felicidad, no confort.
Mah: ¿Más allá del confort de la
mente y del cuerpo qué felicidad conoce usted?
Int: ¿Hay alguna otra?
Mah: Encuentre por usted mismo.
Cuestione cada impulso, no tenga por legítimo
ningún deseo. Vacío de posesiones, físicas y mentales, libre de todo autointerés,
esté abierto al descubrimiento.
Int: Es una parte de la tradición espiritual
india que el mero hecho de vivir en la
proximidad de un santo o sabio es conductivo a la liberación y que no se
necesita
ningún otro medio. ¿Por qué no organiza usted un ashram a fin de que las gentes
puedan vivir cerca de usted?
Mah: En el momento en que yo creo
una institución devengo su prisionero. Como
asunto de hecho, yo estoy disponible para todos. El techo y la comida comunes
no harán que las gentes sean mejor bienvenidas. «Vivir cerca» no significa
respirar el mismo aire. Significa confiar y obedecer, no dejar que las buenas intenciones
del maestro se pierdan. Tenga usted a su Gurú siempre en su corazón y recuerde
sus instrucciones —esto es morar realmente con lo verdadero. La proximidad
física es menos importante. Haga de su vida entera una expresión de su fe y de
su amor por su maestro —esto es vivir realmente con el Gurú.